ME SORPRENDES

 

Me sorprendes
con la injusticia
de mi nombre bloqueado
en ese aparatito
que llevas en tu cartera
y la mente volando
al infinito.

Me sorprendes
cuando el bullicio te avienta
letanías al no verte
de mi brazo.
Y tu pañuelo se asoma
al cielo de tus ojos
secando olvidos.

Hoy llueven fantasmas
en tu desierto lecho
donde habitó mi luz
al no ser estar contigo.

Me sorprendes.
Te ha dado por ser abeja
cuando suena tu aparatito
y aunque te he buscado
no soy flor, ni miel
ni jardinero,
solo una silueta en la ventana
quizá un capricho.

A lo alto bailotean mis sueños
en azulada alfombra.
Atalaya en que se abisma el eco del amor casi vencido.

¿Cómo creer que no escuchas mi zumbido?
Que se disipa en tenues resonancias
o tu estrella apunta a otros lares dejando tras de sí el zumbido.
Mi nombre y el cómplice aparatito.

Seguiré marcando,
aunque cada arremetida
sea un farallon doliente
y te dijo:
¿Quién osaria contrariarme,
menos con su su corrida balanza de valores?
Sería inaudito.

Puede que la vida se canse
de mi crudo invierno presumido
y sobrevivan mis huellas
con la magia del regreso de tu amor que creí perdido.

Si crujen mis mañanas,
será porque te pienso todavía.
Quizá se nos fue el sol
por tu silencio de madera, pero no quemó la esperanza ni un poquito.

Estoy condenado
a sufrir tus promontorios
queriendo caer
en brazos candentes,
ya sé que tú en los míos,
que se alargan y se pierden
en estuarios y bahías
en exilio.

Será entonces que tu cartera se quede con todos los zumbidos
del cruel aparatito
ahogado en una noche sorda,
porque mi vivir
solo es prestado
de tu codiciada piel
y del cariño

JUSTO ALDÚ
Panameño
Enero 2021
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