02 - 2018

E.C.A

Tú última visita fue un miércoles lo recuerdo, te escapaste de tus clases y acabaste en mi cuarto.
Te esperaba en la parada e íbamos juntos de la mano. Donde acaba lo romántico y pasamos a otro plano.

La puerta ni cerraba y empezamos a besarnos, conforme caía la noche también crecían mis manos.

Despacio caminamos al estrado acolchonado, entre lujuria y travesura llegamos a lo acordado.
Tú abajo, yo arriba, acaricio lo conquistado. Tus piernas no me sueltan y me jalan a tu lado.

Gimes que me quieres, que eres mía para siempre.
Te aprietos más los muslos y me muerdes al instante.
Se cruzan las miradas y esbozas una sonrisa, aprietas más los dientes y me retuerzo entre risas.

Vuelvo a tu boca con ansias más masoquistas, el cuarto está prendido. Mis dedos se deslizan, encuentran lo que quieren y tú te ruborizas. Te niegas al principio, pero es parte de esta misa, donde el vino tiene alcohol y el agua no está bendita, donde hay que pecar para encontrar la luz divina.

  • Autor: Caballero (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 22 de enero de 2021 a las 01:21
  • Categoría: ErĂ³tico
  • Lecturas: 28
  • Usuario favorito de este poema: Pitufopoeta.
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