Tuvo ella una estrella a su lado,
era brillante y el camino tenía iluminado,
pero allá arriba la precisaban, y me la robaron
querían su luz y su esplendor a diario.
Ahora su estrella tiene un ángel que la cuida
ella desde la tierra le escribe cartas y poemas,
luego bajo la luz de la luna las quema,
y espera que el humo suba al firmamento,
y que el ángel que lo cuida sus letras le haga entrega.
Cada noche ella mira al cielo, junto a la luna un ángel vela
y su amada estrella brilla intensa, luego el ángel la desciende
y bajo la almohada se la deja.
Teniente Coronel María Isis
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