Me gusta como eres, como piensas

 

 

Me gusta como eres, como piensas. Como trenzas el pelo entre tus dedos y como lo remueves en el aire imberbe, para luego dejarlo descansar sobre tus hombros.

Me gusta cuando dudas, aun sabiendo ya la respuesta. Como nunca aceptas un No como respuesta y como un Sí te saca sonrisas paradisíacas todo el tiempo.

Me gusta que seas testaruda y que te lances a la vida a toda velocidad sin temer lo que pueda suceder en el futuro.

Me gustas que seas así: que llores durante el día y que duermas al rato como un niño embobado por toda la noche.

Me gusta que rías por cosas simples y estúpidas.

Me gusta que seas distinta. Que persigas un sueño propio, que te gusten lo juegos de hombres y que hagas formas extrañas con la goma de mascar.

Me gusta cuando pintas, cuando tu cara está llena de salpicaduras: cuando el cuadro y la escultura eres tú misma.

Me gusta que dotes de significado la cosa más mínima e imperceptible que pueda existir.

Me gusta que crees neologismos, mundos, escenas, aventuras cada día.

Me gusta que las películas de romance te hagan reír a carcajadas y que una de comedia te termine fastidiando.

Me gusta que seas libre y que lo recalques cada segundo: “Libre de ti. Libre mí. Libre de todos…”

Me gusta que pases mirando el cielo nocturno, y que apuntes cada estrella fugaz contada en una agenda, como experiencia, más que trofeo.

Me gusta tu intuición. Tu insubordinación. Tus gustos extraños. Tu sinceridad...

Me gusta saber que todos los días me enamoro de ti y que te hagas la difícil en cada acción de conquista que planeo.

Me gusta saber que eres feliz con tu felicidad, que estés dispuesta a dar cambio tu vida por la de otro. Que tengas tu propia oración.

Me gusta que te lleves mejor con los animales, con la naturaleza que con las propias personas.

Me gusta como eres, como piensas…

Me gusta saber que la mediocridad del mundo jamás te tocará a ti, mi Amor.