Mágica tristeza que me embriaga, por ser ilusiones nunca dadas. Soñar por renacer cada mañana, pero el agua diáfana nos esconde el panorama. Escribir por cada lagrima que muere, es recaer en el abismo de otros ojos que hieren. Vivir una eterna alegría, oh amada mía, se derrumba el castillo que recorre ese frio infinito de escritos no dichos por un alma sosegada.
-
Autor:
luisdelarosa (
Offline)
- Publicado: 17 de diciembre de 2020 a las 02:16
- Categoría: Amor
- Lecturas: 20
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.