Hondamente arrepentido de haber increpado al gobierno en mis dos anteriores sonetos, vuelvo en éste a cantar sus alabanzas, como sin duda merece.
De Sánchez y de Iglesias el equipo
deslumbra más que el Sol por sus portentos
preclaros con cartera y por sus cientos
o miles de asesores -¡yo lo flipo!-.
Sus normas de actuación aquí destripo:
rigor y trabajar sin aspavientos
y a cambio no cobrar emolumentos
apenas...¡vaya pack!, ¡me quita el hipo!
¡Pericles, Argantonio, Bonaparte,
Trajano, Salomón, Octavio Augusto,
mirad con estupor desde la parte
opuesta del Estigia al sabio y justo
gobierno que ama a Venus y odia a Marte
y bajo el que me encuentro tan a gusto!
Osvaldo de Luis
Comentarios2
En otros países como Inglaterra,Alemania o USA,políticos han dimitido por cosas muy menores,mientras que aquí se agarran al poder como garrapatas.La verdad es que es muy lamentable,y de ahí,que ya he dejado de votar,porque no creo en esta PARTITOCRACIA.
Muy bien, Nacho. Un cordial saludo.
La poesía también incluye lo satírico. Al menos, lejos de estar de acuerdo con su contenido irónico, es gracioso.
Gracias. Un saludo.
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