El tío que hablaba con Dios!

Rafael Parra Barrios



 

Jesús Gustavo, Barrios Gerardino

(30-11-1943/02-11-2020)

El tío que hablaba con Dios!

El tío Jesús, el amigo y compadre, hombre de fe y de hidalgos propósitos, trascendió a la vida eterna y ahora, goza la paz del Reino Celestial.

Siempre tuvo palabras alentadoras para con su familia y sus amigos. A veces con su silencio, ululaba como la brisa, la fuerza silbante de su verdad, esa que entraba en lo más recóndito de cada ser. Su silencio hasta gritaba, como, tal vez, sucedió en los últimos instantes de su vida.

Líder! Así comenzaba su saludo, poética identidad, que, con el aroma de su pensamiento humanista y cristiano, irradió a lo largo de su trayectoria.

Ese saludo -Líder!- que, con ganas, le brotaba del alma y con su recia voz expandía al entorno, cobijando de reconocimiento, honor y fraternidad el momento. La palabra lo caracterizó tanto que desplazó, a través del tiempo, a el Pavo Barrios, distinción ésta que se ganó en su juventud por su elegancia peculiar.

Le encantaba la música romántica, más la clásica ocupaba un lugar especial, la cual compartía rutinariamente con el tío, Juan Bautista Barrios, allá, en su solariega casa de montaña, ubicada en las alturas de la vía hacia Cocollar. Compartimos múltiples y hermosas vivencias, inolvidables circunstancias, que exaltaron la majestad del vínculo familiar y del sacramento que nos unía.

Fue él, quién, por primera vez, me permitió escuchar la Obertura Solemne de 1812, de Tchaikovsky. Estába de vacaciones en Arenas y nos dirigíamos a Cumanacoa. En esa ruta me entregó un casette y me dijo: "Escucha esta pieza, se que te va a gustar", y así ocurrió, quedé prendado para siempre con la música de Tchaikovsky. Escuchándolo, disfrutábamos el paisaje. Pasamos por los puentes de Río Caribe y Río Juasjua, bordeados de hermosos y verdosos cañamelares. Vimos el horizonte de La Rinconada y el paisaje de La Guayana, hasta llegar a la ciudad de San Baltazar. Allí nos tomamos unas cervezas bien frías y seguimos hacia Los Dos Ríos. Nos bajamos y en su balneario, brindamos por la familia y por el encuentro, en medio de una amena conversación. Recuerdo que nos acercamos a la rockola y seleccionamos unos boleros interpretados por Los Angeles Negros, Javier Solis y Julio Jaramillo, entre otros, para constratar con las melodías clásicas que veníamos escuchando en el paseo.

Con el tiempo y viviendo en San Felipe, a mediados de la década de los ochenta, se vino con Alba y sus hijos menores, desde Cumanacoa hasta San Felipe, y junto a mi tío Manuel y tía Carmen, que venían de Barquisimeto, nos reunimos y para honrar la amistad, nos hicimos compadres, cuando se dio el bautizo de Rafael Aristóteles -Arito- mi segundo hijo, en la Iglesia El Nazareno. Luego celebramos en el Club del Colegio de Profesores de Venezuela, Seccional Yaracuy.

El tío Jesús disfrutaba el compartir familiar y más si estaba acompañado de un buen sancocho de pescado, como los de atún que preparaba con el primo Palillo en el patio de la casa de la abuela María Josefa, Gerardino Barreto, su eterna morada. Ah y un buen escocés que no podía faltar, que en la medida que lo ingería y aumentaba el calor humano de la reunión, se ponía más colorado, haciéndole gala al ADN de los Gerardino.

Muy circunspecto, serio, al mejor estilo de abuelón, Don Andrés Antonio, Barrios Certad, a quien se parecía mucho, expresaba su amor hacia toda la familia. Amaba a su manera, con su estilo, a veces efusivo, otras silente. Amó a su familia, como a su pueblo. Fue un amigo, un ciudadano, recto, fiel y consecuente con su gente.

El tío Jesús siempre se ufanaba de hablar con Dios y lo hacía frecuentemente ante su familia y amistades. Ya en su epílogo, en su despedida, le solicitó una audiencia a Dios, la cual fue concedida para el 2 de noviembre, a sus 77 años, cuando voló a la trascendente cita, para honrar el compromiso de conversar directamente con Dios.

Tuve el privilegio de siempre hablar con él. El 6 de septiembre de este año, la comadre Alba Fuentes me envió una foto de mi tío pelando maíz y le respondí:
"Bendecido domingo! Que bien! He allí una nueva versión de abuelón. Me lo saludas y que siempre lo recuerdo con cariño. Que disfruten esas cachapas con queso de mano y un cochinito frito... 🙏🏻 🤗
A los pocos minutos Tío Jesús me contestó: "Epale líder! Como estás? Como anda la familia? Si mi sobrino, aquí disfrutando de la cosecha de maíz. Todo tranquilo y dándole gracias a Dios por sus bendiciónes y protección. Muchos saludos y muchas bendiciones para toda la familia. Feliz Domingo Saludos de Alba."
Inmediatamente le escribi: "Un abrazo tío! Grato saludarlo! Por aquí bien, con lo atípico del momento por la crisis general que vivimos, pero siempre con buena actitud, fe y esperanza."
Ese mismo mes, el 20, me escribió: "Lider con todo mi afecto, mis deseos porque estés pasando un feliz cumpleaños, al lado de tu querida familia. DIOS TE PROTEJA Y BENDIGA SIEMPRE Y CREO QUE LLEGÓ EL MOMENTO DE VER AL MUNDO CON LOS OJOS DE DIOS. BENDICIONES!" (Mayusculas de él) Le expresé telefónicamente mi gratitud por sus palabras y me llamó la atención su frase: "Llegó el momento de ver al mundo con los ojos de Dios." Indudablemente ya presagiaba su partida, al punto que ahora desde el cielo nos ve con esa mirada celestial que avizoró ese 20 de septiembre.

El 13 de octubre volvimos a conversar, en esta oportunidad me comentó sobre el poemario que le dediqué a mamá el día de su cumpleaños: "Al amigo sobrino, Don Rafael, con todo mi corazon un saludo por su poesía de amor. Sus palabras inspiran tristeza en mis recuerdos de mi familia, mis padres y mis hermanos fallecidos (QEPD) Los recuerdo diariamente en mis oraciones."
El tío estaba en todo y su vocación católica reflejaba toda la solidaridad hacia los que se habían ido y hacia los que quedamos aquí.
Nuestra última conversación fue a propósito del triste deseso de nuestra sobrina, Ana Verónica, cuando el 16 de octubre pasado, me expresó: "Que lastima líder sobrino esta pérdida humana que nos da mucho dolor y sentimiento (QEPD) Dale mi saludo y pésame al querido sobrino y también a WILLIAN Y A MI SOBRINA REBECA CON TODO MI AFECTO. BENDICIÓNES DIOS LE DE ETERNO DESCANSO (QEPD)"

Así de cumplido y solidario era el tío Jesús. Todo un personaje en el seno de la familia y de su pueblo.

Trabajó un buen tiempo en el Central de Cumanacoa y con mi tío Juan Barrios, en sus empresas de productos electrónicos. Vivió en Arenas, Cumanacoa, Cumaná y Maracay.

A mis tíos, Bautista, Eleazar, Angélica, Manuel y Popocho, a su esposa, Alba Nelly y a mis sobrinos, Jesús David, Andres, Juan Francisco, Luis Daniel y Jesús Salomón, mis palabras de pesar, a nombre de la Familia Parra Barrios, en especial de Toñita, Rebeca, Nora, Ysel, Yony, Mercedes, Andresito, María, Rodolfo y mi persona, quienes cultivamos con el tío Jesús una frondosa hermandad.

Debemos sentirnos orgullosos de tío Jesús por su legado y satisfechos, porque hasta el final y por siempre le profesamos amor.

Tio que La Paz de El Señor sea contigo. Amén!

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  • Autor: Rafael Parra Barrios (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 2 de diciembre de 2020 a las 13:13
  • Comentario del autor sobre el poema: El tío Jesús nació en la población de Arenas, municipio Montes, estado Sucre, Venezuela, un 30 de octubre de 1943. Su trayectoria la resumo en estas letras que con amor le dedico. Murió hace un mes, el pasado 2 de noviembre y desde el seno familiar lo recordamos como un hombre probo, recto, atento, buena gente. Descansa en paz querido tío. Siempre te recordaremos!
  • Categoría: Familia
  • Lecturas: 22
  • Usuario favorito de este poema: Rafael Parra Barrios.
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Comentarios1

  • Francisco 1987

    Bien, un poco largo, pero bueno ...



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