El recuerdo de mi padre

Edel Vicente González Pérez

Rectitud y bondad

firmeza y amor

sermón andante

ejemplo que educa.

 

Paladín de la virtud,

en la equidad de su honradez

se viste de galas

la bondad infinita.

 

Su palabra suave

de confines convincentes

somete a la obediencia

con dignidad e hidalguía.

 

La misericordia, la devoción

y una fe inquebrantable

eran, de mi padre, la divisa

que me inculcó el amor

a Dios y el camino recto

de la tolerancia y la ternura.

 

A pesar de la enfermedad cruel

y el cautiverio de la pobreza

que en su pecho abrieron

incurable herida,

nunca cambió su rumbo

con la certeza de la muerte

y la esperanza de vida.

 

Padre devoto, amigo fiel,

compinche en las hora aciagas;

previsor quita las piedras

del camino, previene los tropiezos,

chapea las espinas y los abrojos,

y guarda el paso a sus hijos.

 

Hoy todo lo evoco, padre mío;

tus quejidos, la voz triste,

tus palabras postreras,

tus últimos consejos

a mi ceñidos,

la lúgubre tarde que te fuiste.

 

Oiga el universo este himno,

el clamor de mis versos

y estés donde estés

tu alma los perciba;

versos de amor, devoción y respeto

que eternizan en mi

tu presencia siempre viva.

 

Fallecido el 25 de marzo de 1977 a los 71 años.

Nació el 14 de noviembre de 1905

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Comentarios +

Comentarios1

  • Hermes Antonio Varillas Labrador

    Nos hacemos más humanos con el justo homenaje que le hacemos como deudos a quienes han trascendido hacia el umbral de lo eterno.

    Es lamentable que de este tipo de manifestación de afecto y sentimiento, muchos no estén de acuerdo.

    Lo digo por unas muy conocidas letras que rezan “Ahora que estoy vivo” https://renuevo.com/reflexiones-ahora-que-estoy-vivo.html



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