El día que recibí la boca, maldije.
Cuando me dieron las fuerzas, me cansé
Cuando conocí el espejo hui.
Y entonces me dieron una almohada,
Aprendí a vigilar y soñar.
Y regresó la rabia, me bebí su polen.
Me maldije para siempre,
Me cansé para siempre.
Comentarios1
El día que recibí la boca, maldije.
muy bueno querido amigo
Gracias, mi estimado. Sus correcciones y comentarios son bien recibidos.
Un saludo.
yo no tengo nada que corregir mi querido amigo, disfruto de cada lectura así sea una sola palabra y mal escrita, dejo el placer de la critica para los que saben en verdad, me limito a disfrutar de lo que transmites.
te mando un fuerte abrazo querido amigo
Hay 3 comentarios más
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.