AVISO DE AUSENCIA DE SirAvles
No me he alejado, estoy trabajando en silencio. Después del silencio, vendrá la castálida tormenta.
No me he alejado, estoy trabajando en silencio. Después del silencio, vendrá la castálida tormenta.
Entre las pálidas olas de plata
una tan cándida perla dorada
entre Sutiaba su dulce cantata.
Punche, tu pueblo es un alma dañada.
Viene del cerro que es de oro -relata-
donde ninguna venada es cazada
árboles llenos de frutas tan grata
junto a las flores eternas... y osada.
Ojos de fuego, el fulgor de León,
hace parada en la iglesia Sutiaba
él reverencia que al sol-corazón.
Tal tamarindo de Anáhuac miraba
pronto que llega a la gran Veracruz
donde la gran centenaria de luz.
-
Autor:
SirAvles (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 17 de octubre de 2020 a las 03:07
- Comentario del autor sobre el poema: para este soneto dáctilo me he inspirado en una leyenda de mi país, Nicaragua. El punche de oro es una leyenda leonesa, de un cangrejo dorado que sale entre semana santa y agosto; un tipo de alma en pena.
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 37
- Usuario favorito de este poema: Vogelfrei.
Offline)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.