Alzheimer.

Sofanor Bonilla Fournier

          Se está yendo ...

de a poquito, lentamente,

  yo la siento caminando a mis espaldas

ya sin ruido en las pisadas,

   y la veo afirmada en la ventana,

su silueta apenas surge entre la bruma,

   apagada, sin moverse, desganada.

       Ocasiones hay también en que se inunda ...

sin motivo con tremendas carcajadas

o arremete con el llanto en su mirada

y patea, y se queja y se desgarra,

      yo la observo dulcemente

sin decir ni una palabra

   ¿para qué? si ya no entiende,

ella ha vuelto hace tiempo

    a ese mundo de la infancia,

allí habita nuevamente en el pasado

  con juguetes, con amigos sepultados,

la realidad no la asimila,

   ni a los seres que ha engendrado,

no reconoce a quien duerme junto a ella,

   ni agradece los cuidados familiares,

aquel esmero que le brindan,

     solo chilla y forcejéa

con cerraduras y candados.

   Muchas veces la han traído

las vecinas de algún lado,

    cuando escapa silenciosa

por las calles de mi barrio,

   pero hoy día la he notado

cabizbaja, pensativa,

    muy absorta la mirada,

como viendo allá adelante,

  algo curioso, atrayente,

que la empuja hacia la cama.

   Ya acostada ... no es un cuerpo

el que descansa, es un despojo,

  y no se queja, sólo apaga su mirada

y allí duerme, no se escucha 

  que respire ... ya es la nada.

             (Chofa)

 

  • Autor: Chofa, siempre todos mis familiares y amigos desde pequeño me nombran así. (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 16 de octubre de 2020 a las 01:08
  • Comentario del autor sobre el poema: Viví muchos años atrás esta fatídica enfermedad en la persona de mi querida madre, quién fué languideciendo poco a poco hasta que falleció, es algo terrible que veas transformado a un familiar cercano en una persona que no sabe ni quien es, no conoce ni a sus mas cercanos, horrible de contar algunas cosas de su vida después de que cursa la enfermedad, solo lo podría confirmar quien haya pasado por algo así, porque la persona ya no es la misma, vive en otro mundo, su mente no distingue ni lo bueno ni lo malo, ya no es la madre o padre que conocíamos, realmente es otra persona, y no se da cuenta de lo que hace, no es maldad, el problema mayor se lo lleva la o los cuidadores, ellos son los heroes. Esa experiencia dió lugar a este poema.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 40
  • Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei, Edel Vicente González Pérez, LORENZO ARATU, Alexandra L.
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Comentarios3

  • Sir Frido D\'Antuna

    Sin palabras.

    Genial como haces de esa dura experiencia un buen poema.

    • Sofanor Bonilla Fournier

      Hola amigo, sí... me gusta escribir más que nada sobre cosas cotidianas, pero no por eso menos profundas, aunque me falta mucho, soy apenas un discípulo de la pluma, siempre aprendiendo y con humildad, agradezco tus palabras una vez más.

    • Alexandra L

      Bien plasmado en sus letras, no solo el padecer de este terrible mal, también lo que sufren los seres queridos que ven el deterioro que no se detiene hasta borrar la propia identidad. Gracias por compartir un tema para reflexionar.

      Un saludo cordial, Alex.

    • Sofanor Bonilla Fournier

      Bueno, lamentablemente los que realmente sufren en estos casos, son los familiares más cercanos, pues el o la afectada, ya viven en otro mundo, no sufren tanto ellos porque es una condición más que una enfermedad, se van desgastando lentamente y cuando fallecen es a causa de cualquier otra enfermedad que ataca sus bajas defensas, para entender esto realmente hay que vivirlo, muchas gracias por leer estas cosas de poca importancia, o cotidianidades como diría León Felipe, un abrazo amiga y los mejores deseos.



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