A mi primer nieto Andy

Edel Vicente González Pérez

A mis cuarenta llegaste;

bienvenido a nuestro mundo,

y mi vida transformaste

en apenas un segundo.

 

Fue en una tarde de mayo

y con los años maduros,

sin intentar el ensayo

caminábamos seguros.

 

Te aúpo y cargo en mis brazos

al caerte de pequeño,

soy tu cómplice sin lazos

que aten, tu más caro sueño.

 

Soy leal a tu esperanza

no prevengo la caída,

que sin remedio me alcanza

por torpe y terco en la vida.

 

Al son que tocas he bailado,

hurgo y araño en tu torso,

sobre mis piernas sentado

en mi tiempo de reposo.

 

Fuiste conmigo a la playa

al río y presa a nadar,

¡conducir el coche raya

en lo óptimo a recordar!

 

En los deberes me avisas

y al tener que investigar,

me vacilas con tus risas

y rematas sin parar.

 

Hoy yo escondo previsor

las migajas de tu tiempo,

y engullirlas al calor

de la dicha que contemplo.

 

Sobrio me replegaré,

discreto y con nuevos bríos,

tan solo me quedaré

entre los recuerdos míos.

 

Toca seguir el camino

cariñoso del abuelo,

como tú vas a hilar fino

se queda fuera el desvelo.

 

 

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  • Autor: vateignoto (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 13 de octubre de 2020 a las 19:03
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 55
  • Usuario favorito de este poema: Vogelfrei.
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