Plácidas eran las noches de junio en las que te conocí
Y es que en la sonrisa tenías pegado un ánimo sagaz
No sé si era el alcohol o la noche, pero era inevitable admirar tu perfil
Las noches pasaban y no volví a saber de ti, nuestro contacto fue tan fugaz
Tras las pantallas, mi cariño apareció de forma sutil
Los caprichos de la vida redundan en tu ser
Y en tu rostro dos joyas que reflejan alegría
Me perdí en las curvas de tus labios al amanecer
Podría conocerte desde el frontal hasta tu última falange y te querría con manía
De tu belleza forjaría una abadía
Repleta de hombres como ninguno, ansiosos de ti, conocer
Del crepúsculo al atardecer, notarás que ninguno te admirará como yo podría hacer
Y es que tú, princesa mía, te pierdes en el baldío, y te niegas al encuentro de mi ser
- Autor: Manu (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de octubre de 2020 a las 07:14
- Categoría: Amor
- Lecturas: 55
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