Callejeando

matias salinas

Un frío endemoniado, en este pequeño mundo quien divide y me aleja del fragmento de luz que tanto anheló, como aquella tarde donde endemoniados eran mis sentimientos por ti, al tener tal deseo afano de querer apretar tu mano, pero... que ironía a él querer soñar despierto con este deseo justificado; por tal belleza innegable que ilumina mi ser. En esas noches oscuras que veo al cielo difuso por la luz que irradia en mí, el cual se vuelve imperceptible ante los mortales. Mi ser, el cual entiende el poder de mi querer, y me aleja de esta naturaleza injustificada, pues el entiende que yo amo, y el amor que siento me convierte en dios, y ser dios me hace poder atesorar tu rostro.

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