Tríptico de los días inquietos

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TRÍPTICO DE LOS DÍAS INQUIETOS

I.
Noche. 
Desvelo repentino. 
El corazón se desmorona con porfía.

Preguntas cardinales
y el pánico callado en atalayas.

Te exprimen las entrañas,
te asaltan forajidos de recelo
con inquietud febril y apabullante.

II.
Madrugada. 
La losa de los días. 
Los calendarios firmes e indolentes.

Orfandad de almohadas, 
sonámbulos sin cafeína.

La inercia en las aristas. 
Callejón de interrogantes 
sin salida.

III.
Día. 
El sol retoma su partida. 
Carriles descarriados de autovías.

Banquete de acritudes 
y multivitaminas.

El cielo en las cunetas. 
Abismos de facturas
e hipotecas.

Miguel Herrero Villavieja

Amaneceres Abruptos ©