Olvidé la olla en el fuego y se quemó la sopa, en el jardín se rebalsaron los canteros, olvidé la canilla abierta con la manguera en los rosales, la ropa quedó en el lavarropas sin tender, tampoco recordé que lo había encendido. Puta memoria la mía, vive haciendo estragos desde que te olvidaste de mí piel, de mi voz, de mi temblor, pero la muy pu como dijera Sabina no logra desterrarte de mi razón y corazón.
Mientras pierdo mis llaves o me meto a contramano por una calle solitaria, o me olvido de comprar el café que es mi droga preferida después de vos, o los puchos que había dejado de consumir y tu olvido me empujó a volver a besar sus filtros como si fueran tus malditos labios; mi memoria, esa idiota memoria, que olvida las hornallas prendidas, o extravía los lentes y deja por cualquier lado sin luego recordar cartera, llaves, celular y mi propia vida, solo se empeñan en traerte a mí, en cualquier rincón de la casa. Y hace repiquetear tu nombre como una campana llamando a duelo o un clarinete tocando en retirada.
Te trae en la frialdad de mi lecho haciéndome sentir tu ausencia, te revuelca en mis labios ansioso de aquellos besos que encendían mi piel y mantenía permanente ese fuego encendido en mi cuerpo como esas hornallas que olvido por tu culpa de apagar. ¡Carajo! ¿qué has hecho de mí? de mi razón, de este corazón que era piedra y has convertido en mísera mantequilla derretida, qué has hecho con esta memoria mía que todo lo olvida mientras solo recuerda y recuerda el bosque espeso de tus ojos, tu voz insólitamente de pibito adolescente que hacía temblar mis piernas al oírla cruzar kilómetros a través del celu, tú piel, tu rostro y todo aquello que cada pedazo de tu existencia despertaba en mí.
¿Cómo recupero la cordura? Cómo vuelvo a recuperar esta memoria que devasta mi existencia y hace que olvide la seguridad de mi casa y mi vida solo por mantenerte vivo en los laberintos de mi mente y en cada milímetro de esta carne que aún vibra cuando te recuerdo besando cada pliegue, cada lunar, sus colinas y sus abismos.
Cómo hago para que olvide tu fuego y mi infierno, tu veneno y mi antídoto, mi enfermedad y el placebo de tu sexo. Por Dios cómo vuelvo a ser esa mujer que pisaba firme y se reía de quienes perdían la cabeza por un amor y hoy he perdido mi cabeza, mi memoria y mi corazón quien sabe dónde o más bien yo lo sé muy bien, mientras se quema mi comida y mi casa se incendia con toda mi vida dentro y tú olvidaste cómo y cuánto yo te amaba solo por tu maldita cobardía.
Cuando recupere las llaves de mi corazón construiré una muralla de piedras mucho más fuerte que la muralla china y un gran laberinto en su entrada que impida a cualquier cobarde llegar hasta él. Juro que nunca dejaré un puto fósforo cerca para que nadie vuelva a encender una fogata y con esas llaves recuperaré esa memoria que tenía y por años me había preservado de caer en esta sin razón donde todo lo olvido menos a ti, a ti que me has robado la memoria y me has convertido en este peligro que camina por las cornisas del único recuerdo que me lleva solo a añorarte, amarte, desearte y morir minuto y minuto extrañándote. Solo necesito saber dónde dejé esas putas llaves.
Angela Grigera Moreno
Derechos Reservados
-
Autor:
Anngiels (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 6 de septiembre de 2020 a las 00:50
- Comentario del autor sobre el poema: SOLO POR UN ESPEJISMO SE PIERDE HASTA LA MEMORIA
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 65
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, VOZ DE TRUENO😉, María C., anbel, bonifacio, Classman.
Offline)
Comentarios7
Excelente, a pesar de la preocupante pérdida de memoria y la añoranza de un amor que ya no está!!!
Un fuerte abrazo!!!
todo bien Jorge, es una inspiración nada para preocuparse
abrazo amigo que lindo q comentes y estés
Todo fue porque hace dos días atrás, leí una respuesta tuya a un poeta colega, que se refería a la pérdida de un amor y tú afirmabas: *y no sabes lo que duele*. Es por eso que mi expresión --ante la falta de seguridad-- no tuvo la intención de dirigirse a tí, sino a la protagonista de tu precioso relato. Pero pude haber sido poco claro en mi expresión.
Un fuerte abrazo, amiga.
Hay 1 comentario más
Hay una medicina muy buena para la memoria, pero no recuerdo cómo se llama...
😄 Abracitos
Yo tampoco truenito, jaaaaa. Abrazo amigo
Que bien lo logras, también en la categoría de cuento. Escribes genial!! Un Abrazo!!
Gracias Alberto Diego que bueno que te guste, buenas noches, un abrazo
A veces las preocupaciones hacen lagunas en la mente.
Muy interesante dejaste que se desbordara la imaginación.
Un abrazo
A veces olvidas lo q no debes olvidar y no olvidas lo que debiera ser olvidable
Tqm amiguita
Buenísimo!!!. Un placer leerte. 👒😘
Gracias Ángel lo mismo digo me gusta leerte abrazote
Estaba pensando cuando leía que la prosa es muy buena herramienta para tus letras.Todas las cosas que narran entrelazando unos instante algo aterradores pero con mucho humor ,el que no pierdes a pesar de la desventura de extrañar al bien amado.Hay que volver a construir esa muralla para no echar a perder lo que está cocinando la protagonista.
Excelente !!
Saludos
Boni
Si si amigo tirar la sopa y perder una olla no es poca cosa, pero las murallas Jeff son difíciles de volver a levantar, está muy caro el cemento jaaaa
Abrazo Boni
Vaya a saber dónde puso,
esas muy livianas llaves?...
Pues groserías no uso,
por ello las liviandades.
Creo yo que su cabeza
la tiene en otro lugar,
por lo cual se olvida de esas
y quizá otras cosas más!
Es muy común que suceda
esto de no recordar,
aquello que aqui en sus letras
acaba de mencionar.
Le deseo ciertamente
lo mejor de lo mejor.
porque no toda la gente
se merece nuestro amor!
atte.
Luis
Cuídese mucho poeta!
Es verdad no todos merecen nuestro amor pero quizás nosotros tampoco merecemos ese amor que no nos tienen o nos tienen pero no saben cómo manejarlo, en fin tendré cuidado de no perder más mis llaves y menos las de la razón
Abrazo Luis, pero estoy bien y en paz todo sucede por algo
Seguro que si!
Cuídate.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.