𝖴𝗇𝖺 𝗆𝗂𝗋𝖺𝖽𝖺

Arisbey arandano

 

 

 

 

Tres y media de la mañana, sin poder dormir, media hora pensando y hablando con mi almohada sobre tí.

 

Tal vez por alguna razón, una pequeña parte de tí,

 

Un tonto y miserable recuerdo mío, se cuele por tus pensamientos y llegue hacia tus sentimient...

 

No, quizás no...

 

 

 

 

 

Quizá esas miradas cruzadas eran tal vez la respuesta de lo nuestro...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dime...

A qué recuerdas aquel, nuestro primer encuentro.

Pienso tanto en como se encontró tu mirada con la mía, recuerdo tanto aquella mirada de tus ojos negros, enamorada de tus ojos negros...

 

 

 

 

Tu mirada quieta, clavada siempre en mí.

Tu mirada que se perdía en la mía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Todo en mi se agitaba, por mis venas corrían los nervios y mi cuerpo...

 

 

 

 

Entraste en mí...

 

 

 

 

 

 

Tu mirada se detuvo en mis ojos, y los miraste fijamente por unos cuantos segundos, 

Me confundías tanto cuando la retirabas suavemente.

 

 

 

 

 

 

 

Yo...

Te observé solo por qué tú lo hacías claro, no acostumbro a mirar tipos como tú, tan machos e intimidantes.

Y es que sabía muy bien que si lo hacía, me podía perder tanto en la tuya,

Así como tú lo hacías en la mía.

 

 

 

 

 

 

Esas miradas cruzadas que eran tal vez la respuesta de lo nuestro...

 

 

 

 

 

Y era cada día, el momento era nuestro,

Era tan nuestro que yo quería que llegará cada día.

Solo existimos los dos, frente a todo, frente a todos...

 

Girando por completo en el aire y mirándonos tan apasionadamente...

 

 

 

 

 

 

 

Y tú mirada, tan cautiva.

Tan cautivante que hacía que mi corazón palpitara velozmente.

 

 

 

 

 

Y un mar...

Repleto de tanta intriga, que tenía tantas ganas de preguntarte pero...

 

 

No habría podido.

 

 

 

En realidad no sabía que hacías mirando a través de mis pupilas...

 

                                                                                                                   

 

¡Vale!

Y es que en ese momento, no me quería lo suficiente para poder creer que mis ojos podían ser el refugio para una persona.

Y es que no se que tiene mi mirada...

Pero hoy...

 

 

Hoy me duele tanto este apocalipsis.

 

 

 

 

....

 

 

 

 

 

 

Pero fui yo quien te atrapo a tí, tu me viste a mí por primera vez, no lo niegues nunca.

Hoy recuerdo tanto nuestro primer encuentro, tu mirada se refugio en la mía.

 

Tal vez  tengas algo que explicar, o simplemente no, o solo fue un tonto juego para tí, o simplemente

nada.

 

 

 

 

 

 

Pero que cruel eres al jugar con esta pobre niña, tan pobre, tan ilusa.

 

 

 

....

 

 

 

 

 

 

 

 

Había un vacío en tí, dentro de tus lindos ojos negros que tanto me gustaban.

 

 

Si,

Tu mirada se perdía en la mía pero tus ojos....

 

Tus ojos reflejaban tanta falta.

 

 

 

 

Tal vez fuiste la nube que pasó sin dejar ningún rastro...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero dime, ¡qué muero! 

Que había de aquellos días en los que lanzabas tu mirada tan interesante pero no decías nada.

 

¿A qué jugabas conmigo?

 

 

 

Tranquilo, no te voy a molestar siempre supe que mi suerte siempre estuvo echada al fondo desde un precipicio, pero ..

 

¿Y a qué jugabas conmigo?

 

 

 

 

....

 

 

 

 

 

Y hoy ...

Buscando algo tuyo, una nota, algo que tal vez pensaste de mi y escribiste para mi...

Pobre niña, tan tonta y tan ilusa.

 

 

 

 

 

¡Carajo!

Esa mirada que quería tan lejos de mí,

pero que hoy...

 

 

 

Y que hoy busco tanto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.