Prosa en perspectiva...

Un día de Mayo de 2020

Tu perspectiva...

 

Como quisiera que por lo menos me olvidaras en más tiempo,

pero solo bastan unos segundos para cambiar de conversación,

y olvidar aquella que quiso saber de ti.

No importa, aún guardo tu perspectiva

la que proyecté pensando en tu vida conmigo, 

en un sueño,

pero solo aparecías tú en ese espacio,

que había imaginado

en algún lugar de la ciudad.

 

Ahora en medio de días grises y nublados,

creo que ya no es igual lo que decía sentir por ti;

nunca vi tu interés,

y me fui por un rato.

Aunque insistí, hasta me disculpé

y nada cambió.

 

Confio en el bienestar que consigues;

y logres escapar del maleficio,

ficticio o real

que anda por ahí,

o huyendo de mi,

mientras intento no asfixiarte como

el maleficio propio.

 

 

Mi perspectiva...

 

Desde mi perspectiva,

Podría decir que se trata sobre mi verdadero amor,

es inevitable no temblar cuando conversamos,

podría jurar que no he visto nunca a nadie como él.

Mientras haya una pequeñisima oportunidad de hablar,

podría soportar en mi mente una idea vaga,

de estar juntos aqui y allá, al otro lado del mundo.

 

Es su calma y su tranquilidad,

hacen que el corazón se enternezcan,

así como extrañarlo de un momento a otro.

Olvidarlo, no está dentro de las opciones.

Simplemente, porque sigue siendo especial.

Tan especial que darle besos, no sería un problema.

 

Él no sabe, lo poderosa que es su sonrisa,

y se es susceptible de revisar de vez en cuando los signos,

y que llegar más bajo no se puede,

porque el amor ha superado

barreras morales, 

para tener esperanzas 

sobre supersticiones absurdas.