R'EQUIEM POR UN RÍO

Lourdes Aguilar


AVISO DE AUSENCIA DE Lourdes Aguilar
En cada oportunidad que se presente estaré con ustedes
Mientras haya vida habrá poesía

Alguna vez vi correr un maravilloso río

De aguas diáfanas, puras y transparentes

Como los sueños primigenios

Parecía reír, cantar, recordar…

Qué tiempo de vigor en plenitud

Como los albores de los mundos

Con su cauce amplio

Custodiado por roca firme

Adornado por vegetación colgante

Siempre fresca, siempre extensa

Que parecía velar por las poblaciones en derredor

Anunciar sus días

Alegrar sus tardes

Arrullar sus noches

Pero, Señor, ya no oigo su paso firme

 

Antiguamente bebían en él

Los hombres y las bestias sin disputa

Y los niños, sin temor a los gérmenes jugaban

La candidez de ellos era tan sagrada como sus aguas

De los árboles, sin temor a las caídas se colgaban

Más de uno, por puro instinto aprendió a nadar con premura

Y juntos se solazaban sin más deseo en el momento

Pero, Señor, ya no oigo reír a los niños

 

Los jóvenes sabían de trabajos y fatigas

Y buscaban renovarse en sus orillas

Los amoríos nacían con las flores

y los amantes en la superficie de su espejo

se reflejaban al besarse

Quizás a algún artista

arrobado ante tanta belleza

Le hablaron las ondinas al oído

Y así, sus versos les dio forma

Otros habría

que rebosando de ingenio la cabeza

su ribera recorrieron poniendo en orden sus ideas

como futuros médicos e inventores

fluyeron por el mundo

como un ramificaciones de ese río

llevando conocimiento y arte en su camino

Pero, Señor, ya no oigo cantar a los jóvenes

 

Los ancianos, orgullosos de sus arrugas y sus callos

Habrían interpretado su flujo llegado de otras tierras

Y, recostados en un troco esas historias

A los más jóvenes contaban

Su sabiduría eran fértil como la vida

Que ese río irrigaba a su paso

Y toda la gente respetuosa escuchaba

Porque de esas historias aprendían

Y así mismo sus propia historia fluía

grabadas en las moléculas del agua

incesante, siempre continua

Pero, Señor, ya no oigo recordar a los viejos

 

El río ha enfermado

En algún momento su superficie fue enturbiada

Y como sangre comenzó a llevar lodo

Arrastrando pena y podredumbre

En su verde tapiz quedó la basura enmarañada

¿Puede tener edad un río y ser tan vulnerable

Al grado de perder su pureza, su vigor y su memoria?

Es como nosotros o es que lo hemos vuelto

Así de sucios y caducos?

 

¿Tanto, tanto hemos cambiado, Señor

Que nuestras vidas, como ese río

Su vergüenza ni aún la noche

Es capaz de ocultarla?

¿Podré, alguna vez. Señor

Volver a oír el río?

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Comentarios3

  • bonifacio

    Estamos en una etapa de constante evolución.Hay un ciclo que está por cumplirse y volveremos a oír el manar de sus aguas transparentes como nunca antes.
    Boni

  • JAVIER SOLIS

    Envenenamos los ríos
    arrasamos las plantas
    destruimos la naturaleza
    Con cariño
    JAVIER

  • Johanny de Jesus

    Cierto, ríos que los convirtieron en cloacas, de olores nauseabundos.
    La limpieza de la maldad se acerca y la reconstrucción de la tierra. (Isaias 65:23-25)
    Saludos poetisa..



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