CLAN DESTINO

oscar perdomo marin

Oscar Perdomo Marin

 

CLAN DESTINO

 

Yo pecador me confieso ante Dios

 

por no mostrar mi desnudez.

 

Mi falsa moral me impide disfrutar

a plenitud el sexo que multiplica

y renueva la vida.

 

Escuchad esta canción:

las aves tuestan en los budares

las primeras arepas del día:

pan de vital canto son

en la luminosidad del alba.

 

El rocío tiene frío

tiembla sobre las flores.

 

Tirita el rocío para que la luz penetre.

 

El rocío y la luz tienen sexo

entre los estambres de las bromelias.

 

Una morbosa mirada humana

no puede atisbar la gloria de la cópula.

 

Amo las tortugas

cuando escandalizan de placer.

Es la  Única vez que se las oye.

Llevan en la caparazón

el silencio prolongado como el invierno.

 

Las mariposas bailan

como si titilaran en el cielo.

No dibujan la acrobacia perfecta

del cóndor sobre los nevados. Danzan

como si tuviesen zapatillas

bajo los aéreos pies de una bailarina

en El lago de los cisnes.

Chaikovsky  copuló en ese ballet

Igual que Beethoven

en su Novena Sinfonía

o la yegua bajo la arremetida

del potro primerizo.

 

¡Escuchadme! Hace muchísimo tiempo;

lo supe desde siempre:

el hombre cubrió su cuerpo

y nació el pudor.

 

Fue allí cuando el amor del Homo sapiens

se hizo clandestino.

 

  • Autor: oscar perdomo marin (Offline Offline)
  • Publicado: 25 de agosto de 2020 a las 15:38
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 21
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Comentarios1

  • oscar perdomo marin

    Es una reflexion sobre el hombre desde las profundidades de la noche de los tiempos.



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