El universo
palpita solitario
y en el silencio.
Su rostro, pálido,
se esconde, entre las brumas,
de la gran noche.
Qué soledad
nos deja en este cuadro...
¡Impresionante!
Pero lo vemos,
captamos su silencio.
Le respetamos.
Luego, sin prisas,
abrimos aquel lecho.
Nos desnudamos.
En él entramos,
perdiendo los sentidos,
para soñar.
Y nos amamos,
fundidas nuestras almas
y nuestros cuerpos.
La comunión
nos viene de los astros
y las estrellas.
¡Hermoso sueño,
con néctar agridulce
que disfrutamos.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/04/20
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Autor:
Pyck05 (
Offline) - Publicado: 15 de agosto de 2020 a las 04:33
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Anaris, Yamila Valenzuela.
Offline)
Comentarios3
Que hermoso versar. El universo llora ante tanto sentimiento y dulzura. Bravo poeta!!! Que brillante pluma guían tus versos. Abrazos
Gracias por tu comentario, Anaris.
Un abrazo.
Saludo.
El universo es nuestro y fluye desde el propio interior, es el alma que desborda sus emociones ¡placer de lectura!
Mi abrazo fraterno a tu universo de letras y a tu alma de poeta!
Gracias por tus palabras Racsonando.
Un abrazo.
Muy gratos versos... Felicidades.
Abrazo y bendiciones.
Gracias Willie.
Abrazos.
Gracias Willie.
Abrazos.
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