Juego (Soneto Hexadecasílabo)

QUINSONNAS

 

 

 

Sin reglas, normas o pautas, la vida un juego parece,

de azar y esquema imprevisto que al mundo torna en tablero.

Peón me siento a su lado, casual la ficha que mece,

movido a rastras a un punto que afronto escaso de esmero.

 

Brutal me dicta sentencia por muchos gritos que rece

y un ser me vuelve partícipe de andar por donde no quiero.

Me lleva en contra y me impone veraz el sitio que ofrece

con él prendiendo unas chispas que pronto sombras espero.

 

Me exige ver un talante que dona “luz” a un proscrito

tirando un dado aleatorio del “bien esclavo” que anuncia;

sin leyes, una partida, que añoro hacer mi renuncia.

 

Anclado, aún, en su puerta de forma inútil la evito,

umbral que esboza casillas que miedo dan meridianas.

Mi paz desgarran sus vistas…¡Sus vistas más cotidianas!

 

 

 

 

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