EL AMOR EN TIEMPOS DE LA PANDEMIA

juan sarmiento buelvas

 

Me Acosté contigo fresca en mi pensamiento.

Y dormido te soñé,

soñé que te acariciaba,

soñé que te idolatraba,

soñé que te besaba por encima de él,

soñé que a través de el,

Te mordía esos labios,

suaves y humedos.

Pero me molestaba hacerlo a través de él,

lo sentía como un muro entre tú y yo

y no contuve ese deseo de derribarlo

y no pude aguantar mas ese deseo de quitártelo,

y te lo fui bajando suavemente,

y lentamente te lo fui quitando

y ya con el, 

en mi mano izquierda

lo arrojé.

lo arrojé lejos,

lejos como se arrojan los estorbos del camino,

y ya sin él,

acaricié esa parte rolliza de tu cuerpo,

suave, delicada y desnuda,

desnuda y tibia, 

y la besé,

y entre beso y beso,

un halo de fragancia se escapó de lo más intimo,

y quedó al descubierto lo más sublime de tu fragancia,

y detrás de la fragancia de ese halo,

halo con sensual olor de mujer,

acaricié el marfil de tu blanca y brillante dentadura,

porque ese infame y protector cubre bocas,

no me dejaba descubrir

el tesoro de tu belleza interior.

 

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