Todavía quedan marcas de tus curvas en mi colchón y recuerdos de tu cautivadora cintura en mi mente, aún, en lo más recóndito de mi hipocampo, te veo andar por la habitación; tan frágil y con tanta gracia como un espejismo en mi retina.
Cada paso y cada segundo, siento el tiempo pasar a mi lado, admiro con demencia tu figura, tu sonrisa es la luz de mi alma, tus besos son la nicotina de mi cigarro.
Mas ahora no estás, no estás aquí y no estás allá, sólo no estás; me dejaste en este frío abrasador, me dejaste solo como una nube en el vasto cielo.
-
Autor:
Lenin Dechart (
Offline)
- Publicado: 29 de junio de 2020 a las 23:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.