Tic - Tac

Garvel

Tic -  Tac 

 

Tic – Tac

 

Cuando se hacen casi la una menos trece minutos de la mañana, los carros en la pista son menos y los gatos en las cornisas ajenas son más inquietantes. Escucho algunas canciones que tiene un sabor blanco. Te aseguro no ser una simple nostalgia nocturna, pasajera o una tortura voluntaria; Es simplemente ese entendimiento mutuo de escucharse a uno mismo, ese detalle de abrirse las costillas y ver como vuelan desde el tórax las quimeras cargando dudas, llegando a   caminar a tientas sobre las aguas agitas de esas sabanas celestes que envolvieron  quiebres y  males dormires.

 Uno vuelve a encontrarse con esa imagen fina expuesta a la ventana. Todo se dobla en sentidos opuestos a la noche, como si en ella se invocara a cantarle a los desvanes oscuros, asesinando mi reposo frágil como el andar lento y perpetuo de cada segundo misionero del tiempo.

Todos están sordos la ropa y la llave, las sillas parapléjicas juegan por el borde de la cama, se ve el infinito de la distancia   ¿y yo que hago tan lejos de tus costas? Acompañado de un farol para que en alguna casualidad tu barquito de papel se llegue a mis orillas. Ya ves al viento, sopla a favor de la rutina, y en el baño las gotas de agua ya no se ilusionan con salir a tocarte, las paredes son epigramas que crucifican tu voz, la que se estrella en el espejo de mis ojos.

En la brevedad de segundos uno te dibuja pero sin sabor, en otro segundo uno toca tus hombros y se pierden como la sequedad del rocío al morir, en la aurora uno sigue el rastro de tu mapa y el estridente silencio opaca el camino hacia tu encuentro. En esta nostalgia tan surreal yo sólo te invento, quizás pueda ser esto lo más real.

 

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Comentarios1

  • Dayanara Mondragon

    Sin palabras Garvel, me deja tu poesía,; gracias por ello.

    Saludos

    • Garvel

      Un honor compartir con ustedes compañeros de letras



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