HOYUELOS DE ALUMINIO

Julieta Iallorenzi


Me puedo hundir dentro de mí

Y nunca sé si hay algo más,

Arreglando lo que rompo

Y rompiendo lo que arreglo por ti.

Ese alguien más, sumergido en si.

Por esos hoyuelos

Me izaría como globo de helio

Ascendiendo a la deriva hacia el cielo

Y cayendo en picada al encuentro

De la cúpula punzante

Tacto de cardo

El abrazo del cactus

De los afilados rascacielos.

De aquellos hoyuelos

De ojos diamantinos

En procedencia Ramalleros

Con ondinas en sus lagunas

Y precipicios en sus cerros

Hay cualidades que vistas

Desde esos oclayos

Todos sus valores equiparan a cero.

Aquellos hoyuelos

Como grutas de desgracias,

Sonríen horizontales

En mis deslices verticales

Hacia sangrientos matices

Del globo desinflado

Desmoronado por los suelos.

Latex desparramado

En todas direcciones

Impregnado en las personas

Cada parte faltante de mi

Aluminio conferido

Para que ilumine en ti

Faros de las ciudades.

Que detestaste porque también

Te han señalado

La arquitectura de ruindades

Desde todas tus edades

La alergia al bien estructurado

El dios nórdico del engaño

Su segunda cara te ha ofrendado.

Y con el mórbido dedo

Me apuntas y disparas

Desde las altitudes

Haciendo de mis curvas

Hacia ti dispuestas, oquedades.

Seremos

Dos seres desconocidos

Que perfectamente

Se conocen.

O dos seres perfectos

Que se desconocen.

O tan solo

Dos seres

Que desconocen

Lo perfecto

Y por eso se conocen.

En la franja de tus hoyuelos

Zona restringida

Hago granja y allí cultivo de afectos.

Mis encantos de artilugios.

Nunca podrías, conmigo hacerte el frío

Contra un glaciar chocarías

Pequeño cubito derretido y ahora rojo.

Por los besos anacarados

Que exaltan tus pasiones y enojos

Aunque sean fidelios.

Tienes el mapa perfecto

Para tenerme

Para blandir dos seres

En un solo lecho

Y aun así esparces canela

Impidiéndome anidar en tu pecho

Y abrazas solitario el despecho.

Siendo que la suerte

En nuestras manos

Entrelazaba nuestros caminos

Siendo que la muerte fue echada

Para que dormites cerca mio.

Tengo el mapa perfecto

El esquema de todas tus reacciones

Sé como implosionarte,

Tu sentir de granadas,

Llenarte de protones

O quemar tus umbríos electrones

Aun sin tocarte las carnes

Aun tejiendo tus emociones.

Con los labios se sellan los pactos

Sin clausulas de anulaciones

Sé cuando comenzó

Y sé que no terminará

Porque lanzamos la piedra

En el punto exacto del río

Y este cambiará

Su curso para siempre.

Te entrego mi cabeza

En una bandeja

Y mi corazón

En una balanza,

En una oda al exclusivo

Rey de mis latidos efusivos

Porque sos el único

Ario digno de mi confianza.

Tenes un alfiler

A un centímetro de mi ojo

Y no me moveré

Podrías dañarme pero sé

Que nunca lo harías.

Y yo nunca podría

Cerrarte la puerta

Porque ya estás dentro de mi

Y cuando quieras estar conmigo

Solo deberás encerrarte

Dentro de ti.

Dedicado a tus hoyuelos

Tus lunares y tus ojos de diamantes

Mis románticos desvelos

Y cada uno de mis instantes,

Ya sea aquí

O en el derredor

Yo te confiero liberto

Como el viento a la flor

Mi verdadero amor.


JULIETA IALLORENZI

PATENTADO EN SADAIC Y DNDA

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