Hoy podemos ser felices

Xabier Abando




Hoy podemos ser felices
todo es cuestión de actitud
para más exactitud:
cuestión de echarle narices.

 

Hoy es un día importante,
no debe ser otro más,
uno igual que los demás,
pensemos, por un instante,

 

en cómo hacerlo distinto:
para hacerlo diferente,
tratemos de hacerle frente
al sólito conformismo;

 

estamos bien instalados
en la zona de confort,
una cárcel interior
que nos tiene aprisionados;

 

una estrategia efectiva
muy factible, sin embargo,
será hacer pequeños cambios
en la dorada rutina,

 

y me sugiere el instinto
que la cosa más urgente
ha de ser la que más cueste,
pendiente, por eso mismo:

 

dejemos para otro día
el dulce procrastinar
y tras de identificar
lo que más nos costaría,

 

hagámosle frente al reto,
que resultar vencedores
nos hará sentir mejores,
y más dignos de respeto.

 

Tras de salir victoriosos
de las procrastinaciones
mejorarán las opciones
de hacer hallazgos valiosos.

 

Venzamos nuestro egoísmo
y, dejando el ego atrás,
pensemos en los demás;
salir de nosotros mismos,

 

estando en nuestros cabales,
es pura necesidad,
vivimos en sociedad,
somos pues seres sociales.

 

Estamos ahora en crisis,
la nueva normalidad,
anormal, en realidad,
muestra cierta ‘sociolisis’,

 

seguimos estando aislados,
los contactos presenciales,
estímulos vivenciales,
son escasos, muy contados;

 

sigue a salvo la amistad,
no al mismo nivel con todos,
cultivada de otros modos,
por teléfono o wasap;

 

cuidemos esa amistad,
las relaciones sociales
aún siguen siendo esenciales
para la estabilidad,

 

por tanto, sin dilación,
hagamos algo por alguien,
tengamos algún detalle
que ensalce la relación,

 

hagamos algún favor,
aliviemos una pena,
hagamos una cadena
de favores, aún mejor:

 

sin esperar gratitud,
ni otro favor, en retorno,
del receptor, que, en su entorno,
puede hallar, con prontitud,

 

un tercero a quien pagar
con otro favor, si piensa
que lo debe, en recompensa;
yo creo que, en su lugar,

 

de antemano, satisfecho
puedo estar si un favor hago,
a un tercero, en justo pago
de favores que me han hecho.

 

Este curioso concepto,
que puede ser de interés,
‘pay it forward’ en inglés,
ya existía, no lo invento,

 

es un hecho, en realidad,
normal de padres a hijos,
que lleva más de cien siglos
vigente en la humanidad;

 

hay padres que, de los hijos,
un pago por sus desvelos,
en vano esperan, pues ellos
lo pagarán con sus hijos.

 

El altruismo es virtud
que probablemente, dicen,
ha de hacernos más felices,
cambiemos pues de actitud,



No quiero ser exhaustivo,
bastan estas reflexiones,
que, sin muchas pretensiones,
por pura amistad, escribo.

 

Más que muchas directrices
lo importante es la actitud,
no me debéis gratitud,
debéis solo ser felices

 

-
@ Xabier Abando, 28/06/2020

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