La Lluvia que Empapa

Zoraya M. Rodríguez


¡Oh, cielo mío!,
qué frío es el cielo,
que como hielo,
es tan frío,
dame la ayuda,
de ese sol en ayuna,
cuando la lluvia empapa,
como duele el temor,
de ser por tí,
el triste dolor...


¡Oh, sol tibio!,
qué fuente de calor,
que como el vino que bebí,
se recubre en la espuma;
cuya dulzura empapa las nubes,
de un atardecer frío,
y un mañana que ansío de colores.


Los ángeles
lloran
y surge la lluvia,
lloran por nuestras
almas,
que quizas
estén perdidas.
Ya se aclaran
los nubarrones,
el sol se asoma
perezoso,
y el arcoiris sonríe.
(Nuria)


¡Quedó muy lindo!


Y sonrie,
con luz vivificante.
Mientras alzan en coro
entrepidas aves,
que surcan el cielo
y contemplan
el empapado
emisferio
con olor a invierno.


La lluvia que lo
empapa todo,
son lágrimas de
ángeles tristes
al ver un mundo
perdido.
Pero siempre habrá
esperanza,
limpiaremos la
catarsis a la
humanidad, y
tendremos un mundo
de armonía paz y
Serenidad.
(Nuria)

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