Consuelo-.

Ben-.

 

Yo quisiera tener

tus muslos tan poco vírgenes,

tan endurecidos, tan mansamente

quietos, ante la dureza implacable

de la vida, y tu lengua, y tu orgullo,

de mujer dolida. Yo, que apenas

rozo tus estrías. Pero, en silencio,

te vas, sin detenerte, y no adviertes,

en la tristeza del mediodía, que tu gesto

anima y alienta, a todos

los que consolados, dejas-.

 

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Comentarios2

  • kavanarudén

    Profundo sentir traducido en letras.
    Un toque de tristeza.
    Ese alejarse, ese dejar....
    Un placer de lectura.
    De mi parte un fuerte abrazo

    • Ben-.

      Gracias querido amigo, admiro en casi todas sus formas a la mujer, fuerte, siempre poderosa, hermosa y hermana fraterna, un gran abrazo!!

    • Jorge Horacio Richino

      Tan sólo una estrofa de once versos y me dice tantas cosas!
      Me encantaron tus letras!
      Un fuerte abrazo!!!

      • Ben-.

        Ah, es que, amigo Jorge, no sé escribir con estructuras clásicas, aunque sí con ritmo y viveza, creo. Gracias mil por tu comentario y un gran abrazo!!



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