Te asedio, culmen púber de las bellas,
con toda una panoplia de añagazas,
mas tú con mil desdenes me rechazas
y mis colmillos de vampiro mellas.
Beldad que entre las náyades descuellas
y tienes de diablesa ciertas trazas,
¿por qué de tu presencia me desplazas?,
¿por qué me mortificas y desuellas?
Atiende a mis razones un momento:
yo puedo atiborrarte de contento,
¿no sabes que hay mujeres que más gimen
de goce entre mis brazos que Sofía
gozando con Juan Carlos en su día?
¡Pues déjame, pardiez, rasgarte el himen!
Osvaldo de Luis
Comentarios2
cautivante!!! Gracias por compartir tus pensamientos.
Muchas gracias y un saludo.
sarcástico y bello,,,, sentir que me duermes el cuello,
sentir que me matas despacio, sentir que lo haces tan bello...
felicidades muy lindo....
Muchas gracias, Laura, y un saludo.
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