DÍA DEL PADRE

Julieta Iallorenzi


Los hombres que no te afectan

Sentimentalmente

Hacen lo posible por afectarte

Físicamente

He aquí los resultados:

Los embarazos son el modo

Que tiene el macho para asegurarse

Que la mujer los siga

Viendo y obedeciendo

Porque está enclaustrada

En su propio cuerpo

Cárcel unilateral de la cual

No puede escaparse.

Situación espantosa que suele darse

Por el descuido ajeno y apolíneo

(Las mujeres tenemos mil

Terminaciones nerviosas en el clítoris

Y con preservativo sentimos, gozamos

Y nos deleitamos perfectamente igual)

También acontece

Por la objeción masculina

Planificada prohibición

De tomar anticonceptivas

Para cumplir un sueño impropio

Dejamos de ser sujetos

Y nos volvemos objetos

Como una incubadora de carne

O como un frasco viviente de semen.

Es de las experiencias menos empoderantes

Y más ultrajantes que en el recopilado

De dolores funestos existen.

Porque la mujer no decide, solo acata.

Algún día la OMS admitirá

Que los embarazos azarosos

Son enfermedades venéreas

Que los hombres contagian

Deliberadamente

Y las mujeres padecen

Esclavizadamente.

Y hasta en los casos

En mi haber lejanos

De embarazos no deseados

Por ninguna de las partes,

Como los fetos-resaca,

La responsabilidad es mayor en el hombre

Porque la fémina no pudo elegir

Si ovular o no,

Más el cabrio si eligió

Si eyacular o no.

Y una vez nacida esa criatura

Indeseada y hambrienta

De necesidades que la madre

No puede darle ni económica

Ni afectiva para crianza completa,

Debe ser un calvario.

Un termino minúsculo a comparación

Es ''carcelario''.

Los hombres abortan todos los días

Al fugarse de la paternidad.

Siendo escogida por ellos

La propia maternidad.

Porque no dar amor, ni alimentos

Ni techo o educación

Y ofrendar nula manutención

Es otra forma de matar a la matter

Y a su ansiado producto.

Ellos abortan cuando la criatura

Ya es consciente del abandono

Y la miseria que le espera

-Lo único que un niño hereda-

Las mujeres abortan

Cuando el embrión no tiene hambruna

Ni consciencia alguna

Y según corrientes espirituales

Siquiera tiene alma

Si el aborto se efectúa

Con antelación al ciclo de tres.

Toda esta vorágine por no

Realizar una vasectomia

Lo cual es una pequeña incisión

Externa e indolora,

Que no deja secuelas

Ni la muerte los implora.

Operación que no tiene comparación

En mórbidos niveles

Con ligaduras de trompas

Histerectomia

Legrados, raspajes

Aspiraciones manuales

Endo uterinas,

O aborto con pastillas.

Siendo esta ultima la opcion

Ilegal y a la vez la más segura

Pero hasta su rango de efectividad

Ha dejado tantas muertas

Para la posteridad.

La suma de todos los hombres

Fallecidos por vasectomia

Da igual a cero.

La multiplicación de las difuntas

Por aborto séptico (legal o ilegal)

Da igual a millones,

Y ni todos los puntos infinitos

Alcanzan a contar estas aflicciones.

¿Y por que tanta mortalidad femenina?

Porque el macho que creyese alfa

No pudo desistir de tener

Una sexual esclava cautiva.

El segundo motivo es la cobardía

De evitar que le raspen

Un minúsculo trozo de piel

Que de haberlo hecho

Ahorrase tanta sangre y hiel.

Tan diminuto como el órgano

Que colgante

Eyacula con despecho.

Por ser rechazado

Por venusinos pechos.

Y nunca equiparará

Su delirio semental

Su longitud erguida

Con el tamaño de una aspiradora

Uterina o el caño de una endoscopia.

Pequeños quedan sus miembros

Frente a sus egos machistas

Purulentos e inflamados.

Que por nacer Y en vez de X

En sus genes, creen tener lujos,

Y nos hacen sumergirnos

En océanos de carne prisioneros.

Enredándonos perpetuos

En su inmundicia

Haciéndonos rocas inanimadas

En nuestras fosas mas intimas.

Porque su penes penas

Como lascivas cadenas

Como dedos quebrados

Nos han señalado y escogido

Y no aceptan un no por cumplido

Prefieren un si sometido.

Nunca conocerán

A la ninfa del gemido

El calor amoroso

Y nutritivo

Del vientre como un nido.

Solo somos a sus ojos muñecas

Inflables de carne

Como plastilina moldeable

Como trofeos en un estante

Que de nos mismas

Nos dejan distantes,

El espanto de la madre

Es el festejo del día del padre.

No saben que somos como

El queroseno inflamable

Y que al quemarnos arderán

Por una lumbre inigualable

Ese es mi regalo

En esta conmemoración,

Para los padres en su día

Los que han regado

En la flora y fauna del mundo

Su semilla ya vencida

En estado de putrefacción.


JULIETA IALLORENZI

PATENTADO EN SADAIC Y DNDA

DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

  • Autor: JULIETA IALLORENZI (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de junio de 2020 a las 17:40
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 65
  • Usuario favorito de este poema: Sinediè.
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Comentarios1

  • Sinediè


    Hilo de ámbar
    lágrima de arbol, luz
    sangre de cristal



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