Azuquítar celestial

¿Cómo no crear con tu excelsa belleza una agradable rima,
Cómo no inspirar con tus labios de azuquítar celestial un verso,
Cómo no plasmar con el terciopelo de tus manos una estrofa,
y cómo no construir un poema con la armonía prodigiosa de tu cuerpo?
Si tan solo con mirarte uno se pregunta una y mil veces:
¿Cómo hizo Dios para poner tanta hermosura
En ese cuerpo exuberante de diosa?
Si ni siquiera las flores, ni las estrellas, ni aún las auroras
Cuentan con tan grande privilegio con el que cuentas tú.

Autor: Silvio Jaramillo

D.R.A