AMANTES DE LA EDAD MEDIA

Pues, hermosa y torrente, silente y cadenciosa, tengo a bien pensarla, insistente y decorosa.   Sea usted paciente con éste caballero que os; siente, pues en sincero afecto, pretende robarle un beso.   Enredado de sí mismo, entre cabalgatas al corazón, sea éste pecho suyo, más, suyo sea mi orgullo.   Bien decían mis versos, que le pintaban toda, a sentimiento completo, en amor secreto.   Que, en honor a su boca, me tiene la vida loca, acariciándole dulcemente, para adherirme a su mente.   Dese usted por enterada, que hay alguien que le ama, sin más ambición que nada, y más amor que todo.   Queda aquí asentado, que también es mi pasado, convertido en presente, del camino que viene.   Insistente y decorosa, suelo llenarle de ilusiones, que viajan en una rosa,

por el rincón de mis pasiones.

 

Ricardo Felipe

El ultimo bardo