De un hijo que recuerda

Cuando se haya apagado la última señal de fuegos que impredecibles en su paso dieronme la epítome del significado que me hiciste buscar
Cuando se haya dado cuenta Dios que no debimos ser más que la representación de tu cándido gesto al cual espero día a día no opacar

Saldrá a la luz esa gracia hecha silencio que guardas todos los días pensando que la olvidas sin querer
Para que el egoísmo convertido en humildad se haga semillas de las cuáles palabras mías serán agua para hacerlas crecer

Así que guárdame cuando hayas visto que fui tuyo cuando la misma triada fue pensando en esos veraniegos estanques aquellos
Así que recuérdame aún cuando sepas que el te amo te lo digo con los ojos cuando el silencio me dice que no soy tu hijo, porque tu hijo tendría que haber sido si tan solo no me hubieras convertido con vida tuya en tu recuerdo de esperanza y recuerdos bellos