Para quien nunca lo leerá.

Han pasado los años
y aún así contigo añoro haber continuado.
Me hiciste madurar con lo vivido,
más ya no me siento herido,
pero a cambio obtuve un vacío.

En mi pecho las punzadas han cesado,
esas cargas, cuál lanzas atravesadas se han esfumado,
pero incompleto mi corazón ha quedado.

Ahora, por más que cabalgo,
tu recuerdo en mi alma se quedó grabado,
no puedo quitarte, no puedo arrancarte
ni mucho menos puedo odiarte,
pues así mi sendero dejaste.

Tus múltiples engaños me han marcado,
mi futuro ha quedado mancillado,
Y mientras tanto tu, tan ajena a mi condena,
te has complementado.