Mejor no contar los años Porque van dejando huellas Son incalculables los daños Tan infinitos como las estrellas Mira la niña qué bien danza Y mira el niño que la acompaña Cuando crezcan tendrán esperanza La tristeza sus vidas no empaña Un hombre de edad avanzada No es ningún anciano Es un joven en plena cruzada Que no es ni moro ni cristiano La mujer nunca es vieja Como el tiempo no tiene edad Lo que en su rostro se refleja Es la vida vivida de verdad
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Autor:
argantonio (
Offline) - Publicado: 11 de mayo de 2020 a las 06:19
- Comentario del autor sobre el poema: Mientras escribo escucho la música del genial y raro Chaiskoski, perdón porque no sé si lo escribí correctamente, no es grandioso solo por su música, también porque era homosexual en Rusia, al final para salvar su vida se casó con una antigua alumna aunque el matrimonio no duró mucho tiempo, pero los amantes de la música estamos agradecidos al este compositor. Saludos y viva la música
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 29
- Usuario favorito de este poema: Lualpri.
Offline)
Comentarios5
Un aire de fronda llega de tus versos ; que vivifica a la poesía.
Lualpri, es cierto la mujer no envejece al menos como yo la veo, ver como ese proceso ocurre es triste sobre todo cuando la conociste siendo una niña y ya se adivinaba su belleza, en fin llegar a viejo es bueno, pero no existen milagros. Saludos y ánimo
Augusto Cuerva, cada vida es una novela sabemos el comienzo pero no el final, es como cualquier obra de arte que puede ser abstracto o clásico, es como la música que en un principio es rudimentaria y puede terminar como una celestial apoteosis, hagamos un poco de memoria comparemos nuestras primeras canciones con una coral y vemos como evolucionamos.Saludos y ánimo
claudio ramirez vazquez, gracias por tus amables palabras, este poema está escrito para levantar el ánimo en esta época difícil que nos ha tocado vivir, pero que entre todos al final ganaremos, pienso más que nada en los niño y en los mayores. Saludos y hasta pronto
Escuché la sinfonía 1812 de Chaiskoski en un auditorio al aire libre era de noche en Hollywood y el efecto de las descargas de fusileria era fantástico, no podía ser de otra manera en la fábrica de sueños. Saludos y ánimo
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