PREMONICIÓN.

Hace no mucho tiempo gobernaban reyes, eran elegidos por los dioses. Sus caprichos y deseos de poder siempre terminaron en barbarie. Poderes absolutos y gentes sometidas absolutamente. Fueron necesarias las cabezas de los hombres divinizados para menguar su poder, con su sangre fueron escritos algunos derechos para algunas gentes.

Cuando los dioses resultaron insuficientes para escoger los gobernantes, fueron los dueños de los metales los llamados a elegir y gobernar. Sus caprichos y deseos de poder terminaron en holocaustos e incontables genocidios. Poderes absolutos y gentes sometidas absolutamente. Fue necesario el horror y la organización de las gentes para menguar el poder, se establecieron “Derechos Universales” para las gentes.

“Democracia” le llamaron, pero siguen siendo elegidos los dueños de los metales. Sus caprichos y deseos de poder dirigen a las gentes a la extinción. Derechos de papel y garantías retóricas dan poderes absolutos y gentes sometidas absolutamente. Hoy en el campanazo de la pandemia, las gentes no solo no luchan, sino que claman menos derechos y poderes absolutos. 

¡Ah! Que absurda es la vida y que desgracia es la humanidad.

¡ Volverán los dioses a escoger gobernantes !

¡ Volverán las gentes a caminar hacia los hornos, de rodillas, sin oponerse !

¡ Ante las impávidas miradas de las gentes se aniquilará todo rastro de vida, terminará lo humano !