(mal)Vivir

Lydia Gil


AVISO DE AUSENCIA DE Lydia Gil
Queridxs amigxs: Por motivos personales y de salud debo ausentarme un tiempo por estos lares. Deseando que todo se solucione pronto y quede en un susto así como, poder volver a leer vuestras letras y compartir con vosotrxs. En este tiempo; intentaré contestar en la mayor brevedad posible a vuestros mensajes, tanto privados como los dejados en comentarios. En el momento en el que pueda, compartiré mis letras con vosotrxs aunque sea más espaciado en el tiempo. Besos y Abrazos llenos de energía. Gracias a todxs por la comprensión y disculpad las molestias.

 

 

Me duele la voz que no calla

la que silba mientras respiraba,

la que en charca los sentidos

y ensordece los latidos; 

de vivir sin esperanza.

 

Me duele la voz que no calla,

la que gotea sin descanso

dentro del vaso de la cabeza,

la que ensordece el juicio

y exaspera a la sensatez;

de ver sin ver.

 

Me duele la voz que no calla,

la constante queja que achacaba,

las palabras sin salir de la garganta

que no escucha nadie...,

más enroncan las cuerdas vocales,

hace añicos, aprisiona y ahoga

a la persona que se le atragantan.

 

Me duele la voz que no calla.

Yo le imploro que se vaya.

Ella, ciega, sorda y muda...Calla.

Pero no calla.

Aquí sigue conmigo,

madrugada tras madrugada.

 

Me duele la voz que no calla,

que como un pico afilado;

va dejando anestesiado

toda razón de esperanza,

Que por su culpa no se duerme el alma

Hasta que no despunta el alba.

 

Lydia Gil

  • Autor: Lydia Gil (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 9 de mayo de 2020 a las 19:49
  • Comentario del autor sobre el poema: A veces, las madrugadas se nos hacen largas. Unas por antojo y otras porque a la noche se le antoja tu presencia.Somos muchas las personas que, nos convertimos en búhos o lechuzas y somos más activos a la luz de la luna.Otras, se junta el ser activo de noche con el hecho de no poder dormir; porque la cabeza no para, la angustia tampoco y, la ansiedad y el insomnio se hacen pesados compañeros de batallas. Algún día, ojalá, tenga tanta importancia el dolor físico como el dolor del alma, no nos acostumbremos a infravalorar ese dolor simplemente porque en la piel no deje rasguños, hay fisuras que van por dentro y, me atrevería a decir, que son las más dañinas. A todas las personas que puedan estar pasando por momentos así. Abrazo lleno de energía para todxs. Felices lunas.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 28
  • Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, alicia perez hernandez, Otoño, Pitufopoeta, Marcos Reyes Fuentes, Paolo_Gil_Euceda.
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Comentarios4

  • alicia perez hernandez

    Me duele la voz que no calla.

    Yo le imploro que se vaya.

    Ella, ciega, sorda y muda...Calla.

    Pero no calla.

    Aquí sigue conmigo,

    madrugada tras madrugada.
    ............................................
    SI LLEVAS RAZÓN EN TU COMENTARIO DE AUTOR , ESAS NOCHES ENTERAS QUE NO SE PUEDE DORMIR, EN BELLOS VERSOS LO DICES BIEN.
    SALUDOS POETA.

    • Lydia Gil

      Muchas gracias, Amiga por el halago tan bonito.
      Sí, la mente y los pensamientos pueden jugarnos muy mala pasada a veces y, sobre todo en esas madrugadas ante tanto silencio, pero sin silencio y paz mental, que es lo más importante.
      Un beso grande y un abrazo lleno de energía.

    • Lualpri

      Muy bueno.
      Gracias.

      • Lydia Gil

        Gracias a ti por pasarte por mi poema, leer y dedicar unas palabras a él.
        Un abrazo.

      • Otoño

        “ Me duele la voz que no calla.

        Yo le imploro que se vaya.

        Ella, ciega, sorda y muda...Calla.

        Pero no calla.

        Aquí sigue conmigo,

        madrugada tras madrugada.”

        Que sublime leer tan hermosa poesía... pero así son algunas madrugadas... un placer leerte. Saludos.

        • Lydia Gil

          Muchas gracias por navegar entre mis poemas y por tus palabras.
          Me alegro que te haya gustado.
          Un abrazo lleno de energía.
          Felices Lunas.

        • Marcos Reyes Fuentes

          Tantas veces esas voces me persiguen
          duelen tan ancestralmente
          gritan sus silencios preñados de horizontes rojos
          esas voces a veces salen lentamente
          esas voces se escapan timidamente por mis ojos.

          ....
          Un placer leerte .Saludos.

          • Lydia Gil

            Muchas veces, sino salen de alguna manera tenemos que dejar que se escapen ellas solas.
            Si se queda mucho tiempo en nuestra alma o corazón puede que se encone y, eso nos hace más daño aún.

            Gracias por pasar por mis versos.
            Saludos.



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