VÁNITAS (NATURALEZA MUERTA)

Julieta Iallorenzi


Las imágenes no pueden

Vivir por si mismas,

Son endebles sin palabras,

No hay moraleja en sus vitrinas,

Efímero y borroso retrato en la retina.

El arte visual esta hecho para ser desechado,

Y encuadrado en el olvido de vánitas.


Como los primeros Mandalas hindúes

Se trazaban durante meses en arena

Para luego borrarlos de un soplido

O soterrarlos en la oleada primera.

Simbolizando lo fugaz de las formas

Que sin elocuencia no tienen trascendencia,

Apenas mímesis de naturaleza muerta

Las imágenes todas, futuro abono para la tierra.


La escritura es lo único que desobedece

En el arte al modelo de la natura,

Pues nunca podrías

Levantar inanimadas piedras

Y hallar bajo ellas poesías.

Cristalizaciones en las lenguas

Vibrando en nuestras cuerdas

Hacen su materialización

Con prístinas sustancias propias

Que duran más que la vida misma

Cercada por un siglo temporal

Un destello con sello humano

Nuestra huella dactilar

En las cavernas.

La oratoria de tragedias y de gloria

Plasmada perpetua

Como emblema de victorias.

Las palabras decantadas

Han logrado su vida eterna,

Como joyas de sonido

Dándole a nuestra existencia

La cúspide de su sentido

En lo etéreo y cuando acontece

Su carencia silenciosa,

El mutismo del poeta

Que reposase en lejanas

Inspiraciones arcanas

E
n su elemento, para las estrellas


De odas aun no creadas

Efusivas como heladas,

Es un misterio que no ha sido resuelto.


Nunca faltará quien

Quiera hacer de su encanto

Una jaula para oír recitarlo,

Y acabe sacrificándose

Por aquel rutilante

Y lírico cántico.

Desde el valle del Rhin

Es un bucle pasional sin fin.


La dicción es lo único

Con sublime sustento

Que decreta y oprime

Que deleita y altera

Que embellece y deforma

Que seduce y desaira

Como alfiler invisible

De punción letal

También como antídoto

Contra veneno fatal

Así como panacea

De placido alivio total.


Y también la voz

Como función vital

Para lo humano consagrar

A la hora de la hoz

Repelente del final

Es la poesía terrenal

Un canal para ser inmortal.


Y cualquier impresión sonora

De un túnel vocal

Puede decir más que alguna

Postal encuadrada

Que tras el arremetimiento

De un violento viento

Se habrá de extinguir desdeñada.


Lo pictórico como extracto

De barro y fango

Reclama este su substrato

Y extravía por siempre

En sus arenas movedizas

Al destierro óptico en ipso facto.


Simbolizando lo efímero en las figuras

Sin llama primera no tienen incandescencia

Apenas chispas de vánitas,

Y apagasen sus brillos triviales,

Que por superfluo en lo profundo

De un pecho no pueden cavar

Más si anidar y ahondar

En la sepulcral tierra de las terminaciones.

Las imágenes vánitas todas, futuro fertilizante

Estéril para naturaleza muerta.


JULIETA IALLORENZI

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Comentarios1

  • Sinediè

    Las raices de las piedras son escorpiones.



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