Sant Jordi y el dragón de Wuhan

Jordi Etresi


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Sant Jordi y el dragón de  Wuhan

 

 

Una noche del 22 de Abril antes de acostarse la Nieta del abuelo Alejandro, llamada Alba esperaba su cuento de buenas noches.

 

¿Abuelo, abuelo me explicas otra vez el cuento de Sant Jordi ese tuyo inventado?, mañana es Sant Jordi. 
Ay Ay...si te lo explicado 100 veces...Pero esta bien, en un día como hoy te explicaré de nuevo mi versión inventada del cuento.

 

Erase una vez en un reino asiático muy lejano muy lejano, nació un pequeño dragón malvado, tenía poderes mágicos y era invisible. Poseía un don, el de la enfermedad. A través de su boca lanzaba bocanadas de un fuego mágico capaz de llenar de bacterias a cualquier ser humano. Poco a poco empezaron a caer enfermos el Rey y todo su pueblo. El Rey mando a sus mejores hombres a matar al dragón que nadie había visto, los caballeros a pesar de ser muy valientes también cayeron derrotados.

 

El poder del dragón fue creciendo, le arrebató la corona al rey y acabó proclamándose señor de esas tierras, el dictador mas poderoso de todos, sabia que nadie podía vencerle. Cuantos mas enfermaban, el monstruo iba creciendo y extendiendo su imperio fuera de las fronteras del reino, dejando a su paso dolor y desesperación. Poco a poco la epidemia empezó a conquistar territorios, países y no hubo lugar en la tierra donde esconderse. Los aldeanos del mundo permanecieron en sus casas durante muchas lunas y cuarentenas para protegerse. Los caballeros mas valientes dejaron las espadas porque eran inútiles ante un enemigo invisible, empezaron a recolectar alimentos y medicinas para llevarlos a las casas de los mas necesitados y así paliar los efectos de la pandemia.

 

Sant Jordi era un caballero retirado en el confín del mundo, vivía en una montaña inmensamente alta que parecía tocar las estrellas, allí la epidemia no tenia efecto. En sus ratos libres plantaba jardines de hermosas rosas . Vivía solo, pero no era feliz. Una mañana observó algo que no era normal, los animales los veía mas lejos del bosque, fuera de su hábitat natural, el cielo amanecía cada mañana sin rastro de contaminación y las aves se habían multiplicado como si ningún arquero les existiese dar caza y así cada día. Decidió bajar a la aldea mas cercana y ver que ocurría. Se encontró lo que jamás creyó ver, una ciudad desolada, vacía, un pueblo fantasma lleno de caminos desérticos por las calles, ni un alma vagando por ellas. Asustado se dirigió al castillo del rey buscando respuestas.

 

Mientras tanto el dragón seguía extendiendo el mal, haciendo de los humanos sus sirvientes viéndolos sufrir a su merced. Pero un día llego a sus oídos un caballero que se profanaba como una maldición y el fin su imperio, su nombre era el mismísimo Sant Jordi. Tenía que encontrarlo y destruirlo antes de que fuese demasiado tarde.

 

Tras la terrible noticia por parte de la corte real de todo lo que ocurría, Sant Jordi se puso manos a la obra, contactó con Merlin para ver si podía conseguir un antídoto, pero solo consiguió un escudo mágico invisible  hecho de material textil con unas gomas para poder sujetarlo, como una especie de mascarilla gigante, pero no era suficiente. La ventaja de llevarlo, era que el no contraía la enfermedad cuando estaba en contacto con los aldeanos contagiados. Se reunió con los caballeros que aun podían luchar y fabricaron con Merlin mas escudos, para todos los que iban a estar en primera linea y combatir el virus del dragón. Aun así no podía frenar la epidemia que hacia estragos y parecía fuera de control. Decidió fabricar nuevos escudos para otros compatriotas para que pudiesen tener algo con lo que defenderse, pero a pesar del esfuerzo la solución aun estaba lejos de encontrarse. Merlin con falta de recursos le sugirió que visitara a la bruja del bosque.

 

Desesperado visitó a la hechicera. Todos le temían porque decían cosas malas  de ella, pero no había otra opción, era su ultima esperanza.

 

¿Abuelo esa bruja daba miedo?

 

No para nada Alba, para Sant Jordi no, era un valiente, pero como la bruja vivía aislada su aspecto se volvió descuidado, dotándole de un aire amenazador y también siniestro, sus ropajes hacían de su presencia un personaje de ultratumba, por eso le tenía respeto, pero no miedo, su miedo era no encontrar una solución para su pueblo.

 

¿Y que paso abuelo?

 

Le explico lo que ocurría y se hicieron amigos, ablandó el corazón de la bruja, la cual lo ayudó haciendo un brebaje extraño para el. Lo tomo y quedó protegido por una armadura mágica de pies a cabeza, además tenia el poder de ver el virus invisible ahí donde se encontrase para así acabar con el. La bruja preocupada por las miles de personas afectadas dijo que debía de repartir esperanza para todos antes de iniciar su batalla final . Sant Jordi empezó por aliarse con los demás pueblos enseñándoles sus logros y todos le apoyaron. Tenían la posibilidad de acabar con la maldición y estarían dispuestos a hacer lo que estuviera en sus manos. Miles de caballeros de todas las regiones y países visitaron a la bruja haciendo colas kilométricas para obtener el brebaje misterioso. Sant Jordi alistó a sus nuevos aliados para dar esperanza al pueblo, unos combatirían a su lado y otros los envió con la orden de velar a los enfermos y entregar a cada familia una rosa de su extenso jardín y un libro. El libro contenía la receta para la fabricar la mágica bebida con las instrucciones de la bruja.

 

Al igual que el virus se extendió por todo el mundo, también lo hizo la formula que cada hogar fabricaba en su casa durante el confinamiento. Poco a poco las casas se llenaron de rosas, para mostrar al dragón que en esos hogares ya eran inmunes por haber consumido el antídoto, era el principio del fin. El dragón vio que empezaba a perder su poder que cada vez se hacia mas pequeño y mas insignificante.

Sant Jordi agradecido a la bruja por todo los logros, recolectó personalmente las mejores rosas de su jardín y le entregó el ramo mas hermoso que se vio jamás en señal de agradecimiento. El 23 de abril era el gran día, la bruja viendo el gran corazón del caballero Jordi, lo recibió con sus mejores galas antes de partir, le mostró su nuevo aspecto, ahora podía ver con sus ojos una mujer nueva, cuya belleza iba mas allá de lo imaginable. Le entregó un libro en el que escribiría su hazaña para mostrarla mundo. Solo por el hecho de ayudar a los demás y tanto que había hecho por la humanidad, Jordi vio su verdadera belleza dentro de su corazón y se enamoró perdidamente de ella. La mujer solo le pidió que volviese con la victoria definitiva para su pueblo y acabar definitivamente con el dragón maligno. Si a su regreso verdaderamente seguía enamorado de ella, aceptaría casarse con el. Quedaba enfrentarse a la batalla final, si moría el dragón moriría también su legado del terror,  así que dirigió su ejercito al país asiático con miles de soldados. Tardaron 12 meses en llegar, por el camino destruyeron todos los virus encontrados a su paso. Finalmente encontraron el origen del mal en una ciudad llamada Wuhan. Sant Jordi sin pensarlo cogió su espada impregnada del antivirus y sin piedad se la clavó al dragón que desapareció para siempre.

 

¿Abuelo y Sant Jordi se casó con la hechicera?

 

Primero visito cada pueblo y cada hogar de vuelta a casa, parte de su ejercito se disolvió para llegar a sitios mas lejanos y ayudar a aquellos que aun esperaban un milagro y finalmente pidió la mano de su amada para casarse con ella ¿y sabes que ocurrió después de tanto tiempo? Que aceptó.

 

Pero abuelo... debió casarse con una princesa como los cuentos de antaño.

 

Sabes querida Alba, para Sant Jordi la princesa ideal era ella, no solo por su belleza sino por su gran corazón que hizo alumbrar al mundo cuando todo estaba perdido, fue de ese modo como la felicidad del caballero al fin fue completa.

 

Ahora a dormir Alba, le dio un beso y ella le respondió con un gran abrazo, cerró los ojos y se acomodó en su almohada para empezar un dulce sueño. Mientras Alejandro abandonaba la habitación pudo escuchar con una sonrisa:

 

Feliz noche querido abuelo, te quiero.

 

 

Jordi Etresi

-© Copyright  2020

-23/4/20 todos los derechos reservados.

 

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Comentarios3

  • kavanarudén

    Excelente cuento.
    Me hiciste recordar tiempos pasados.
    La ternura de los abuelos, esa sabiduría popular.
    Aprovecho para felicitarte en el día de tu santo.
    Cuídate mucho y FELICIDADES

    • Jordi Etresi

      Muchas gracias Kavi bueno quise hacer algo diferente con referencia al virus y bueno me quedo así.
      Antes me inventaba cuentos para mis hijas pero este justamente es reciente.
      Gracias por comentar recibe un afectuoso saludo Kavi

    • Anton C. Faya

      Un lujo de imaginacion Jordi y muy simbolico tambien... gracias por compartirlo...

      • Jordi Etresi

        A ti por leerlo quise cambiar lo que siempre escribo un poco simbólico para que un niño lo entienda en los tiempos actuales 😊
        Buen Domingo Anton

      • alicia perez hernandez

        MUY LARGO PERO MUY HERMOSO TU CUENTO. SE LAS HISTORIAS SE APRENDE.
        ABRAZOS INMENSOS MI JORDI

        • Jordi Etresi

          Si este lo pensé como un cuento por lo que debía ser un poquillo mas largo ideal si un dia tengo nietos 😀
          Muchas gracias Alicia
          Pd llevo retraso en visitarte por tus letras pero no me olvido que conste.



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