De un chelo enamorada
estaba la tuba,
de un hermoso y brillante chelo
que la engalanaba por las noches
sonando sin ningún repertorio,
lo que le salía del alma de chelo enamorado,
en notas discordantes pero llenas de sentido.
La tuba por su parte
se reía de su sonar absurdo
y desordenado.
Pero lo amaba tanto
que hasta el descompás
la elevaba al séptimo cielo musical.
Desconcierto de amor,
pero amor, al fin y al cabo.
A la par,
una trompeta fina y elegante,
como recién horneada,
deslumbrante y bastante pretenciosa;
quiso brindarle una melodía de conquista,
que no pudiera olvidar y la persiguiera allá a donde fuera.
Queriendo despertar así a la dulce tuba,
como un pétalo en su boca,
sonando su corazón de aire;
sumergido en la atmósfera,
sonaba
y sonaba fuerte
y lejano,
y hermoso como un milagro.
Pero nunca tan profundo y cercano
como a las curvas y cuerdas
de su chelo ella se abrazaba.
Siempre tuvo claro
con quién quería formar su orquesta
por más melodías que nadie la inventara.
- Autor: Alabama Selva (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de abril de 2020 a las 15:13
- Categoría: Amor
- Lecturas: 95
- Usuario favorito de este poema: Lualpri.
Comentarios1
La tuba está abollada.
Nadie es perfecto...Saludos.
jajajajaj La tuba (foto) también imperfecta. Es que he tocado la tuba y me ha hecho gracia. Alguna vez que le hice un bollo las pase "canutas " hasta inventarme la involuntariedad mía en el bollo. El director que ademas de pequeño era malo. Luego se trago la trola que le conté. ¡Nada no te preocupes! me dijo.
Pero años ha; y recuerdo aquel trance. Saludos
Hay 3 comentarios más
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