*** Hola... ¿ por qué me miras así ? - Monólogo - Autor e intérprete: Hugo Emilio Ocanto - - Grabado -

Hugo Emilio Ocanto



Querías mi presencia.

Aquí estoy. No pude llegar antes.

Me miras como si fuese

de otro planeta.

He bajado de la nave

y aterricé aquí, 

en mi casa, donde encuentro 

a mi esposa, estupefacta

por mi presencia.

¿Acaso no me esperabas?

Recuerda que me llamaste.

No, no lo recuerdas...

Estás muy desmemoriada.

Discúlpame. No ha sido

mi intención ofenderte.

¿Estás tomando tu medicación?

No comiences a insultarme.

Quedamos en que tu vida es tuya,

y la mía es mía.

Acordamos una separación.

La hemos llevado a cabo.

Tú misma comenzaste pidiéndola.

Ya está consumida.

¿De qué quieres que hablemos?

De nuestro pasado,

de nuestro presente

o de nuestro futuro.

Elige cuál de esos tiempos.

Todo hubiese tenido solución

si tú me hubieses respetado más.

Claro, tienes razón...

Tampoco yo respeté las promesas

que hicimos como esposos.

Con las promesas

que damos delante

de un sacerdote,

de Nuestro Señor,

amistades y parientes.

Después suceden acontecimientos

como los que nos sucedieron,

y las promesas se rompen...

Y nuestros corazones quedan

lastimados, resentidos...

El ayer feliz pasó, se extinguió.

Nos merecemos un diálogo.

Pero... tantas veces hemos dialogado...

Y nunca nos hemos puesto de acuerdo.

¿Por qué me miras así?

¿Piensas que no es cierto

lo que estoy diciéndote?

No puedes negarlo.

Te hartaste de mí.

Tenías razón, me porté mal.

Me harté de ti,

tenía razón, te portaste mal.

Ambos nos hemos comportado

como no tenía que haber sido.

Te quedaste con nuestro hijo.

Y yo no es que me haya

liberado de él,

como me dijiste.

Lo amaba y lo amo tanto como tú.

Pero acepté y acepto

que lo correcto es que

esté contigo.

Ayudé a que naciera

porque ha sido fruto

de nuestro amor.

Lo amas y lo amo.

Pero lamentablemente...

nosotros debemos seguir

con los trámites de divorcio.

Él ya tiene su novia,

y pronto han de casarse.

Dios permita que sean felices.

Y que no tengan nuestro

mismo final.

Ahora las parejas se casan

y por cualquier desavenencia,

se separan.

Las nuestras fueron varias,

no solo una. Varias.

Y fuertes. No me grites.

Serénate. No te sientas mal,

de todas maneras, tú

ya no me amas.

Y yo he dejado de amarte.

Nuestros sueños del ayer

se han derrumbado para siempre.

Habla. Dime algo. Lo que piensas.

Pero no me insultes.

Trátame con más suavidad.

No me alteres. Sabes de mi carácter.

No quiero retribuirte

con gritos, ni con ofensas.

Entonces... nada más tienes que decirme.

Vine porque me llamaste.

Y nada más tienes que decir

porque no te permito

insultarme ni gritarme.

Está bien. Voy a retirarme entonces.

Mañana he de encontrarme

con nuestro hijo.

Lo invité a cenar en casa

junto a su novia.

¿Quieres venir tú también?

¿No? ¿por qué me miras así?

Tus ojos nada me dicen.

Será entonces, hasta otro momento.

No te olvides de tomar

todos tus medicamentos.

Hasta pronto. Cuídate.

Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 08/02/2013)

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios9

  • Jorge Horacio Richino

    Excelente monólogo y una brillante grabación donde has dejado marcada la impronta de tu voz y una magnífica interpretación!
    Te envío un fuerte abrazo, amigo!!!

    • Hugo Emilio Ocanto

      Muchas gracias, querido amigo Jorge.
      Qué gran placer me acompañes.
      Gracias por tu comentario, poeta.
      Un fuerte abrazo, amigo del alma!!!

    • bambam

      Mas parece una confesión
      un gusto leerte amigo Hugo.
      bambam

      • Hugo Emilio Ocanto

        Sí, también lo parece Bambam... ya pasada...
        Placer me acompañes, poeta.
        Placer estés.

      • Ingrid Zetterberg B.

        ¡Qué triste debe ser un divorcio!, yo me imagino que se sentirá como que a uno le arrancan el alma....porque donde una vez hubo tanto amor....no puede ser que ya no quede ningún rastro....esa es mi opinión, querido amigo Emilio...Muy hermoso y realista tu monólogo...pero también muy triste, porque hoy en día los divorcios están a la orden del día, y es más....ya nadie quiere casarse, hoy sólo las parejas conviven. Felicito tus letras y tu declamación y te dejo mi abrazo.

        • Hugo Emilio Ocanto

          Realmente es así, Ingrid.
          El matrimonio al dar el sí, es comprometerse para siempre...
          Actualmente es como dices: los divorcios están a la orden del día.
          Una inspiración que tuve hace años... para convertir en u monólogo.
          Muchas gracias por presencia y felicitación, amiga.
          Déjate ver más seguido.
          Un abrazo, amiga del alma.

        • Anton C. Faya

          Entre los limites del cariño, del despecho, la tentacion del encuentro... Monologo maduro y excelentemente interpretado....
          Grandes presentaciones siempres nos regalas querido amigo Hugo...

          • Hugo Emilio Ocanto

            Muchas gracias por acompañarme, César.

            Muy sentido es tu comentario, el cual agradezco y guardo...

          • Yamila Valenzuela

            Triste, doloroso.
            Como arte, muy buen monólogo mi querido Hugo E.
            Felicitaciones!
            Apapacho!

            • Hugo Emilio Ocanto

              Qué divina eres, Yamila.
              Muchas gracias, querida amiga.
              Agradecido por felicitaciones.
              Apapacho!

            • kavanarudén

              Hermano y amigo del alma.
              Excelente monólogo Hugo, profundo sentir. Una hermosa forma de llegar a quien te escucha. Trasmites mucho.
              Te abrazo fuerte. Cuídate.
              Saludos.
              Kavi

              • Hugo Emilio Ocanto

                Hermano y amigo del alma.
                Nuevamente, agradecido por tu presencia y comentario.
                MIL, GRACIAS.
                Un fuerte abrazo.
                Saludos de la nena y mío.

              • alicia perez hernandez

                QUÉ BÁRBARO TREMENDO ACTOR Y TREMENDO POETA, SE ENCHINA LA PIEL ESCUCHARTE. APLAUDO DE PIE LA ENTREGA QUE DAS EN TUS OBRAS POÉTICAS Y TU VOZ DE UN EXCELENTE ACTOR SIEMPRE COMPLACIDA DE LEER Y ESCUCHAR ESA MARAVILLOSA DUALIDAD QUE HAY EN TI MI QUERIDO AMIGO HUGO. ABRAZOS INFINITOS

                • Hugo Emilio Ocanto

                  Mi querida Alicia.
                  Tus comentarios hacia mi interpretación me cubren de alegría y placer.
                  Ellos alimentan mi alma, bella amiga .
                  GRACIAS, SIEMPRE.
                  Infinitos abrazos, desde mi corazón...

                • María C.

                  Un monólogo muy bien declamado querido Hugo Emilio, pero que triste es, que en un matrimonio se acabe el amor, estando vivos los dos, que pena que otros se vayan y tenga el amor a la fuerza que acabar.
                  La vida es extraña, como la muerte, como todo lo que ahora nos sucede.
                  Un abrazo

                  • Hugo Emilio Ocanto

                    Gracias por estar y comentar, María.
                    Muy triste es cuando una pareja debe separarse, divorciarse.
                    Tantos existen, lamentablemente.
                    Este monólogo ha sido una inspiración de su autor.
                    No es una realidad en mi existir...
                    Un abrazo.

                    • María C.

                      Lo sé que no es historia real tuya, por suerte.
                      Hay otras historias que sin son reales y tristes, divorcio, muerte, enfermedades, y ahora solo nos faltaba tener ese virus.
                      Un abrazo

                    • Hay 2 comentarios más

                    • Jordi Etresi

                      La separación no busca culpables, solo hace ver actos de que algo no funciono bien entre dos, cuando existe la falta de dialogo o las situaciones van sumándose en pequeños granos de arena y finalmente forman una montaña.
                      Las letras expresan lo que ocurre mucho en muchas parejas que se convierten en perfectos desconocidos y aunque todo tiene solución, muchas veces no se encuentra porque ambos buscan culpables cuando la culpa siempre es de ambos.
                      Excelente como la vida misma Hugo



                    Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.