El sueño blanco

Mientras ella leía, 

las páginas de su libro

fueron arrancadas.

Comenzaron a revolotear,

yéndose.

Ella intentó seguirlas

queriendo averigua

por qué las hojas se iban,

impidiéndole leer.

Entonces, encontró

aquellas páginas rotas.

 

Alicia, ¿Dónde estás?

¿Donde estás, Alicia!

¿Estás bien, Alicia?

Che, Alicia, contéstame.

Nada más quiero saber dónde estás.

¿O es que no podés decirme?

Alicia, ¿Dónde estás?

 

¿Dónde estás, Alicia?

¿Estás bien, Alicia?

¿Por qué tus libros están sin hojas, rotos y hay algunos que no puedo abrir?

Che, Alicia, ¿Dónde estás?

Alicia...

¡Contéstame, Alicia!

 

¿Dónde estás, Alicia?

¿Entre los libros o en la biblioteca?

La biblioteca fue cerrada y los libros también, Alicia 

Vos ya no podés seguir al conejo blanco,

ni al del libro, ni a los de la vida real.

 

Alicia, ¿Dónde estás?

¿Estás bien, Alicia?

Hay algunos que piden que regrese la reina...

Tu guardapolvo blanco,

al parecer no les gusta si no lleva un lazo negro,

o si el color blanco es usado en un pañuelo, Alicia.

 

Y hay algunos que aún preguntan ¿Quién sos?

 

Si pudieras escribir sobre tu país,

no se titularía "El País de las Maravillas"

ya que si fuera así,

no se te impediría leer ni escribir.

El Arte no se prohibiría aquí.

 

Alicia, ¿Dónde estás?

¿Por qué no figura tu nombre en los libros?

¿Por qué no sigues escribiendo y creando tus libros llenos de dibujos?

¿Por qué acá, inclusive, 

viven con temor los pájaros cantores?

Alicia, ¿Estás bien?

Por favor, che, contéstame...

Alicia...

¡Por favor contéstame!

 

En éste mundo todos están locos,

sobre todo vos, Alicia,

que sobrevives en el País

aún si tus lápices y hojas están rotos.

Pero más locos están aquellos,

que creen que pueden borrar tus versos 

 

¿Dónde estás, Alicia?

Alicia, ¿Dónde estás?

¿Quién?

¿Quién sos vos, Alicia?

 

¡Bien quiero que todos saquen el libro de la Memoria, ahora!

 

Vamos recuerden 

Recuerden, los libros rotos, los lápices en la noche, los guardapolvos quemados.

Vamos recuerden.

Alicia, recordá, recuerden a Alicia.

¿Dónde estás, Alicia?

¿Encontraron a Alicia?

¿Y a sus libros, a sus dibujos, a su arte?

Decile a Alicia que no los olvidé.

¿Quién sos, Alicia?

 

¿Sos la que le impidieron seguir al conejo blanco?

¿Sos a la que le derrumbaron el País de las Maravillas?

 

¡Entonces, habla Alicia!

¡Habla Alicia!

¡No olvides Alicia!

¡Decile Alicia a Alicia que puede hablar!

 

¡Decile que ya no está prohibido leer, escribir, dibujar, hablar, vivir!

¡Decile que transforme el País en el País de las Maravillas!

¡Y en que su himno se grite fuertemente, NUNCA MÁS!