No puedo cambiar la arena por luces artificiales. No es que lo piense tampoco. Pero al menos me llega la advertencia; hay un camino que me susurra, que mete sus herramientas, y claro, no puedo ni siquiera mirarlas sin percibir la falta de amor. Y no quiero juzgarlo. Bien lo digo porque me sé débil. Sin encomendarme a dios no podría ni siquiera avanzar en lo otro, más simple y amoroso, más de atención y trabajo en conjunto. Hoy he pensando en la dificultad de ello. Y antes de eso he sentido miedo, he visto cómo tiembla mi fe. Luego me di cuenta (no hay nada que temer) y ahora todo es más calmo, de nuevo estoy mirando el mar, oliendo el pan sobre la mesa (aunque no lo esté) y de nuevo surge poesía. Algo se está construyendo, armónicamente. Y estas palabras, por muy simples, no son mías. Son parte de esa armonía que migaja a migaja, supongo que todos, estamos conociendo.
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Autor:
Cirro (
Offline)
- Publicado: 5 de marzo de 2020 a las 18:24
- Categoría: Sin clasificar
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Comentarios1
¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ----????????
bambam
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