Hasta qué punto

Black Lyon


AVISO DE AUSENCIA DE Black Lyon
No todos mis escritos son poemas, y no todos mis poemas están registrados. (safeCreative) Por lo tanto, son regalos de mi alma para ti. Úsalos y medítalos sabiamente. Black Lyon

Bajo la excusa "moral" se esconden grandes psicópatas, dignos de la horca más resistente. Que para saber lo apretada que estaba, bastaría con ver sus erecciones postmortem.


 

 



Hasta qué punto una catarsis de un alcohólico de doble "a" es meramente curativa y hasta que punto se torna en un cinismo. En una burla a la sociedad, en donde pelando los dientes y desorbitando los ojos, en un arranque de euforia, confiesan que han violado a sus madres, hijas, nietas; padres, hijos y nietos.

 

 



Hasta qué punto un docente de universidad deja de tener ética por acostarse con una de sus alumnas; mayores de edad ante la ley pero inermes ante los encantos de los lobos facultativos que dependen de las mieles de sus padres.

 

 



Hasta qué punto el letargo social es culpa del gobierno y hasta que punto la ignorancia es realmente un mal inconsciente.

 

 


Hasta qué punto un romance entre adultos deja de caer en la ridiculez, que por andar en sus amores, dejen a los hijos desprovistos y en su locura pasional, piensen que el mundo hablará de ellos por envidia.

 




Hasta qué punto un poéta conserva su dignidad antes de regalar sus palabras (que en otros sitios las valorarían), dejándolas en un mar. Perdón, mar, no. En un INFIERNO de egos nacientes y decadentes. Pero también, de algunos muy nobles que literalmente regalan sus experiencia y sabiduría, derramada como miel entre hiel de mordaces pseudointelectuales. 

 

 

 


¡Oh! Madre. ¡Cuánta estupidez hay en el mundo! Vana, sin venia, vil. Ilusión de ilusiones es el hombre. En qué intento tan pero tan ególatra cree el ser humano que merece un espacio de dignidad entre tanta gente que sufre. ¿Porqué habría yo de regalar mi tiempo a mi semejante sino obtendré algún beneficio? ¿Porqué he de escuchar al anciano si raya en la demencia? ¿Porqué he de tolerar al joven en su imprudente adolescencia, solamente porque en algún momento me ví igual? ¿Porqué? ... ¿Para qué? ¡Más bien! ¿Para qué he de soportar las vicisitudes de la vida en pobreza y riqueza? ¿Hasta cuándo llorar la pérdida de un ser amado, amante o hijo? 

 

 



Más nos vale, y es verdad... que exista un Dios, por que de no ser así, seríamos lo más terrible y abominable que ha existido sobre la faz de la creación. En cambio, si la Fe persiste... todas estas interrogantes tendrán respuesta y justa respuesta que nos exonerará de la demencia. 

 

 


Más allá del bien y del mal hablaba Nietzche... "Los dioses también descomponen" menuda alegoría... Pues ha sabiendas que el ser humano se descompone y es puesto para la composta, será siempre egocéntrico. Voluntad... ¡oh! Voluntad. Tan criticada pero al mismo tiempo eres la férrea razón de la reminiscencia general antropológica. ¡Cuánta gente no alude a ti para esconderse y otra para sentirse a salvo! Más quien de verdad la posee, no hace alarde de ella, pasa desapercibido por la mayoría y es considerado "SANTO".

 



Santos por nuestro propio bienestar como especie deberíamos ser en gran medida y aún así, me pregunto:

¿Hasta qué punto es prudente ser santo? Tal vez, hasta que dejemos de ignorarnos los unos a los otros. Tal vez, hasta que nuestra especie deje de inocular la faz de este bello mundo. 

Lo sé, ha quedado endeble, más no es la densidad del escrito, sino su intensidad y substancia.

  • Autor: Sir. Black Lyon (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 11 de enero de 2020 a las 19:33
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 78
  • Usuarios favoritos de este poema: anbel, Sinediè.
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