Cuarto
llueve: envejezco sin calles ventanas cuerpos
la luz: abandonada en mi cuarto
Piecabeza
No tiene caso que yo esté tirado con mis cinco sentidos
tapado piecabeza
hablando sin hablar
Mis dedos ya no me conocen limpia está la tarde
dan ganas de salir y mirarse un rato
Salí de tus manos
El cuarto se fue pudriendo calles atrás:
la brisa ladridos
pegados a mi ropa
Abandono
Cerca de mí
trapos olvidados colillas alcohol en la sangre fresca
Un barco
juega en mis retinas
Noticia
Mamá ya se dio cuenta
que vivo con una mujer con marido
y tiene miedo de que me quede quieto en el acto más sincero de los hombres
Mas no he conocido a nadie que tenga los ojos profundos de amor
como los niños
Ah me entrego rasurado desnudo
amoroso
por sus labios ojos
A media hora quien nos ama
En el largo camino del silencio quedaron atrapadas mis cartas nunca se desprendió la luna
quizá el cartero
se perdió en los labios
I
quien nos ama
se entrega como la tierra se abre como pregunta
Sin querer nos acariciamos. Sin querernos acariciamos.
de aquellos
que esperan de pie en el apartado
Es tan lento escribir en media hora horas a medias
con grandes respuestas se cierra moja sus labios con su nombre satisfecho se entrega
a un engaño desnudo amoroso no conoce nada del amor
y escribe
no me olvides
Sueña con hijos
ignora su desgarradura platicando su amor
II Flor quemada de luna
Cuando el engaño
nos agarra de la mano
una canción basta para llorar un cabello para matarse
I
En los ojos de mi padre un niño triste
me cuenta mi infancia
En la oreja de mi padre un arrullo de música de un recién nacido vive sin encanecer
los labios de mamá en papá, la tos apurada del niño
Con nalgaditas del tiempo me poblé de vellos ocultos
Una milpa revienta un elote temblando en su tallo
una flor quemada de luna
A Fernán Pavía Farrera
Se da cuenta que sufro medita un poco fumándose un cigarro
Me ve a los ojos escribiéndome me ve lavar los ojos del cielo con los párpados del mar
me ve dormir en la tierra
—la duda, la duda, hijo: no vivas sin dudar.
lo aprenderás cuando tus espermatozoides
se hagan hombres o mujeres
Anhelando su arruga contemplé su rostro sudado en el mismo mirar del cielo
—Bobo
no pintes nunca
lo que otros han pintado busca la duda, la duda
Mi padre durmió con los ojos abiertos
retina adentro lloraba por alguien de su tiempo
Recordé su frase cuando íbamos a sembrar el maíz:
—Por esta milpa desgranada vivirá el tordito. la arruga es la mejor belleza
del hombre
¿Cuántas dudas vivirán en mi padre?
II
Andar calles bar calles
que estúpida manera de vivir dudando
las cervezas y las mujeres desatan las dudas
Es mejor dejarse engordar
Tengo ganas de viajar de llenarme de Sol
de hablar con los sordos de enseñarles mis manos a los ciegos
A veces la fruta
se pudre en el árbol sin darnos tiempo
las maletas
me tiran de las ropas
la preñez de una lágrima se dilata en mis ojos
A mi perro le creció la cola
III
Mi madre me sirve café caliente
la sonriente mi madre con los ojos deteniéndome
—Padre: háblame de dormir
Despertar de pronto en otra tierra
armando cuentos
Recordando
enamorado de la tierra que ventanas atrás
se apagaron
IV
Regresar es difícil
mataríamos
a quienes nos han amado mil años de cárcel
hasta volverse mariposa despertar acodando la luna en la mejilla
despertar sin nadie nadie sin despertar
despertar con un amor ahogado
V
Cansa
la misma camisa sudada
el nudo exacto que se destrenza despertar con la mirada
Cansa
llevar adentro un río de silencio sin más agua angustiosa
que la sangre magullada
Cansa
la belleza de los feos
el ronquido de la pobreza
Cansa
las calles en donde no avanzan los pasos de una mujer
el brazo roto de la muerte
VI
Muchas veces te has cansado admiro la alegría que llevas en tu ceño ajado
Sólo un inútil admira a los demás
—Padre: ¿Ya te diste cuenta? Amanecimos platicando
la espera
Mamá le madrugó hoy a la mañana
costumbre del campo tradición de familia
El fogón sudando la leña el comal recién encalado espera la hostia
la música de la milpa hirviéndose
para nuestras bocas
Sus pasos apurados
como ligero aletear de paloma
saludan armoniosos la faz de la Tierra recuerdan
al hijo
que se fue a caballo
Hace más de cinco lunas que le reza muy temprano no quiere que le recuerden
Sabe piensa y tiene fe la fe es mayor que la muerte
A la mitad del cuerpo se quedó vacía
la humedad del tiempo la consume
la agrieta
como a sus pies desnudos
A la mitad del cuerpo se quedó vacía
—Está regañando la lumbre le serviré su almuerzo
la alegría se le escurre hasta la distancia quebrándose en sus ojos
Apurada quema leña necesita saber más
El hijo ha de estar en algún baile cuando a ella
se le queman los cabellos
Hormiguean los árboles de pájaros
los arrea
son ahuizotes
A la mitad del cuerpo del patio
de la casa
del tiempo fastidioso se ha cubierto de música
Pero reza y reza y se alegra
cuando regaña la lumbre
El trajín de la casa
le hace olvidar su pena se llena de sol el alma
cortando rosas para el altar
El anhelo de su hijo fortalece su reuma
Ella guarda su secreto
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Autor:
Uvel vazquez (
Offline)
- Publicado: 21 de diciembre de 2019 a las 18:06
- Categoría: Amor
- Lecturas: 11
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