EL TRANVÍA ESTÁ A PUNTO DE LLEGAR,ALGUIENA QUIEN DESCONOZCO ME HA AVISADO

FERNANDO NOVALBOS

EL TRANVÍA ESTÁ A PUNTO DE LLEGAR,

ALGUIEN A QUIEN DESCONOZCO ME HA AVISADO

 

El invierno va acercándose con el destiempo entristecido

de las hojas secas que caen de las ramas de los árboles 

que anillan su tronco a nuestros latidos enrabietándose. 

 

Hoy he leído una cita de Chauteaubriand, cautivadora,

la vida se hila a base de sueños y reminiscencias, 

y las cosas entre nosotros, en contra de lo que parece, 

no cambiaron tanto como se asemeja a primera vista, 

ni siquiera enturbian el dulzor del agua de los cristales. 

 

Mi memoria retiene la idea populista de que nunca llueve 

a gusto de todos, sin embargo, las suposiciones, 

entre originales, descabelladas, y tristemente absurdas, 

nos remolcan a un tiempo lejano más allá 

de alguna interpelación fuera de toda lógica entendible.

 

Ahora, en este intrínseco momento de la relación

que mantiene el aire con el silencio, 

nos castigamos sin pan, y necesito comer, tengo hambre.

 

Este vaso que transparenta la sensibilidad de la mañana, 

estas manos que describen la esencia, esta voz callada,

estos ojos incansables que no dejan de mirar el cielo,

los mismos que para ti son tu todo y serían una nada, 

los que miraron tus adentros siguiendo el destino

más remoto de la gravedad, contigo, arriba y abajo, 

allá donde fuera que fueses y estás bajo la lluvia, yo,

honrado, puro, triste, alegre, disoluto, interminable, 

aunque falte en la felicidad porque te la lleves tú dentro,

la quiero contigo, pero la debilidad recorre mi pecho, 

llevo tu nombre tatuado con sangre a la tierra que escarbas, 

estás conmigo mismo, sintiéndome, amándome,

y nada que no seas tú existe, nada que no fuese digno, 

los balcones abiertos a la montaña reverdecida, 

el tranvía que pasa por delante de la puerta de tu casa, 

la calle del campo por donde circula la mariposa, 

la huida del corazón y el regreso íntimo del alma, 

aquel niño esperando sentado a las afueras del hotel, 

como un niño diferente, tu llegada súbita acompañada 

de un silencio resguardado en el viento de los soles, 

la sonrisa sobre el musgo mojado de las piedras 

que fuimos dejando atrás según avanzaba el viaje, 

el traslado emocionado a la bocanada de la mar oscura, 

y la sombra que nos hizo ser testigos de lo común. 

 

Me conoces tanto que sabes de sobra como soy,

tu noche y tu día, tienes algo totalmente seguro,

nadie sabrá nada de nuestros secretos íntimos, 

nos queremos hasta morir, no te engañes, yo ya lo sé,

somos únicos en este despilfarro impredecible,

la poesía no muere, crece con el poema, identifícate, 

cada segundo es tuyo, cada locución que conversamos, 

yo mismo te estoy identificando, no moriremos, 

nuestra vida quedará registrada en cada verso,

seremos eternos porque esta será nuestra biblia,

quien desee saber de nosotros le resultará fácil,

sólo tendrá que leernos, vivamos sin prisa, juntos, 

despacio, puntos finales, todos saben quiénes somos, 

toma lo importante de estas frases congruentes,

mientras vayas de paseo llenarás de delicia cada instante

por los rincones que recorres, sigo aguardándote,

llámame, no desespero, continúa, tócame el pensamiento, 

pienso contigo, vivo dentro de ti, estoy de tu lado, 

las postales que escribo son como las cartas que redacto, 

eres la esperanza porque la razón tiene una finalidad,

haz de mí la verdadera pasión de cada principio,
entre ambos sumamos un sentimiento insobornable,

levanta este designio insufrible, abandona el letargo,

la batalla tiene tintes de fracaso, y somos la herida,

no tenemos porqué sanarnos, ya nos amamos,  

vamos desnudos hacia la mayor arma que tenemos,

la lealtad, lleguemos lejos, tenemos cosas de qué hablar, 

haz que el milagro fluctúe, estoy dejando pasar algo más

que los amaneceres en los abrazos que se rompen

con la distancia, tengo los ojos clavados en la ciudad, 

y en tu calle, todo está en ti, nada que esté fuera 

me está llamando, no hagas que vaya en tu busca 

y pise el rastro helado de las huellas deshabitadas,

sigo vivo porque merezco anidar en tu vida.

 

Alguien me ha avisado, el tranvía está a punto de llegar,

la primera estación la bautizaron con tu nombre. 

 

 

 

  • Autor: FERNANDO NOVALBOS (Offline Offline)
  • Publicado: 22 de noviembre de 2019 a las 08:40
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 10
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