La paradoja

La paradoja de tu andar,

Eres más libre dentro de tu prisión,

eres un mal necesario para nadie.

Tu forma de sentir se vuelve abstracta en la intimidad del mundo.

En tu cabeza eres amo y señor,

en tu universo no eres nada.

La paradoja de tu pensar,

Eres más libre dentro de tu prisión,

eres una escopeta cargada, sin mira,

Sin tirador, sin obsesión atenta,

puedes ver ese alce a la orilla del lago en tu cabeza.

Tu eres el más fiel de todos,

una amistad pura y sincera hacia una persona a la vez.

En el momento que se acaba la cuerda cruzas la calle y

nos miramos desde la otra acera.

La paradoja de tu sentir,

Eres un cuervo libre,

 eres una runa mal hecha tatuada en mi corazón,

no sé por cuanto más.

Eres viento, eres un acorde desafinado,

eres un loco atuendo desmoronado, un ladrón,

un opresor, eres un escorpión con un veneno punzante y doloroso.

Eres una vibra relativa de sensaciones inoportunas.

La paradoja de la vida fue que nos ofendiéramos mutuamente

separando el cuerpo de la mente,

la música de la letra, el humo del cigarro.

Te miro revolcar mi pasado, encarando mi presente,

"jodiendome" sabiamente con lo que más me hace débil,

lo que oculto del mundo en el rincón remoto,

tienes el poder de abrir ese baúl sin esfuerzo,

sin llaves, candados o besos.

Soy la mitad del hombre que solía ser,

en este cuarto olvidado, aquí ya estamos contados.

La paradoja de tu ser,

es que demuestras tu magnanimidad disimulando simplicidad.