Amigo, ayúdame...

Amigo mío, sé que haz de serme muy sincero.

Eso es lo que quiero.

Pues, quiero saber qué hacer porque desespero

Por dentro, ya que por fuera no lo demuestro y

Así me muero.

Me pierdo, pensando en ella todos los días

Y a veces no me encuentro.

Quisiera pedirte que le dijeras que la quiero,

Porque talvés te escuche y logre entenderme

Pues, en sí ya lo sabe.

Mas yo sabía que no debía prestarle caso

A lo que mi corazón gritaba al verla sonreír

Ya que, aunque ella lo negaba, había alguien más

En su roto corazón.

Pero caí y no sé salir, en sí, no es lo que quiero.

Porque la quiero y quisiera que se lo digas,

Que se lo recuerdes para que lo recuerde

Cuando él la ahogue con silencio y sin decirle te quiero.

Dile que voy a esperarla y que no importará cuánto,

Que siempre estaré para animarla y ayudarla,

Y darle lo mejor de mí.

Dile que no se aleje, que me dolerá más si lo hace.

Porque a pesar de todo mi amistad le daré.

Aunque dime, amigo mío, si debe ser así;

Si debo seguir a su lado aunque a veces se esconda

Y otras veces me haga bien,

Como esas veces en las que la miro a los ojos y sonríe,

Y al abrazarla no quiero irme, sino besar su boca

Y decirle: siempre voy a amarte.

O dímelo, sé directo, y dime que debo alejarme

Y no debo esperar más...

Dime qué puedo hacer;

Yo quiero quererla y que ella me quiera para juntos ser

Lo que otros no se animan a ser aún teniéndose; todo.

Pero lo más seguro que aún en la espera pierda,

Aunque dicen que intentar vale más que no querer,

Como el cobarde

Que no sabe esperar lo que dice amar cuando lejos lo ve.

Por eso amigo, ayúdame, y dime qué hacer, aunque me duela.

Porque un día está, al otro no, y esto me está matando...