Verde esmeralda

Luis Mariano Cortés Vega

El verde esmeralda de lo eterno

se escurre entre los labios de una noche quieta,

para volverse cómplice de la palabra

que ha quedado muda en el silencio del olvido.

 

La piel estremecida por el gemir de las estrellas

se mece en las manos vacías de la luna.

El murmullo de los sueños escondidos

anuncia la llegada de un nuevo día.

 

Los ojos están cansados de no mirar nada,

solo lo mismo,

tristeza, nostalgia,

inviernos escondidos debajo de los parpados,

y hasta dolor en los huesos.

No hay nada nuevo en las miradas.

 

¿Dónde te escondes verde esmeralda?

Los bosques te extrañan,

están grises por el frío que dejó tu partida,

sus hojas verdes se han marchitado de tanto llanto.

 

Se ha marchado la esperanza,

se ha marchado la luz,

se ha marchado la vida,

en un túnel que no tiene memoria.

Solo queda la brisa tierna de una noche

que espera la muerte.

 

Las manos secas reclaman airadamente tu partida,

están frías, pues ya no está la luz,

no está la magia, no está la voz, no está la risa,

no está el verde esmeralda.

No está la vida.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios1

  • Azhcari

    Ojalá recobres el verde esperanza de la risa. Saludos



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.